Archivo de marzo de 2020

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 11 de marzo de 2020

11 de marzo 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cuaresma es el tiempo para decir no. No, a la asfixia del espíritu por la polución que provoca la indiferencia, la negligencia de pensar que la vida del otro no me pertenece. No, a las palabras vacías y sin sentido, de la crítica burda y rápida, de los análisis simplistas. No, a la asfixia de una oración que nos tranquilice la conciencia, de una limosna que nos deje satisfechos, de un ayuno que nos haga sentir que hemos cumplido. ¿Qué sería de nosotros sin la misericordia de Dios, que no se cansa de perdonarnos? Cuaresma es el tiempo para volver a respirar, es el tiempo para abrir el corazón al aliento del único capaz de transformar nuestro barro en humanidad (1-3-2017).

Subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los doce, les dijo por el camino: Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará. Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: ¿Qué deseas? Ella contestó: Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda. Pero Jesús replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber? Contestaron: Podemos. Él les dijo: Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre. Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Nos será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.

Jeremías 18, 18-20; Salmo 30, 5-6.14-16 . Mateo 20, 17-28

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martes, 10 de marzo de 2020

10 de marzo 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Convertirse no es ir donde un hada que con la varita mágica nos convierte: ¡no! Es un camino. Es un camino de alejarse y de aprender: valentía para alejarse del mal, y humildad para aprender a hacer el bien. Necesita cosas concretas: hacer justicia al huérfano, defender a la viuda… Los fariseos “dicen y no hacen”, no conocen la concreción. Y si no hay concreción, no puede haber conversión. Hay que ser humildes. “El que se enaltece será humillado…”. Si tú dejas que el Señor te tome de la mano y te lleve adelante, y te vas con Él, con este gesto de humildad serás ensalzado, serás perdonado, serás blanqueado: así creceremos como buenos cristianos (14-3-2017).

Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que lo vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabí”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabí”, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Isaías 1, 10.16-20; Salmo 49, 8-9.17.21.23 . Mateo 23, 1-12

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lunes, 9 de marzo de 2020

9 de marzo 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Ninguno podrá huir del juicio de Dios: el juicio personal y después el juicio universal. La Iglesia nos hace reflexionar sobre dos actitudes: la actitud hacia el prójimo y la actitud con Dios. 1. Sobre el prójimo, no debemos juzgar: “no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados, perdonad y seréis perdonados”. Juzgar a los otros es algo feo, porque el único juez es el Señor. “Con la medida con la que tú juzgas serás juzgado: si tú eres misericordioso, Dios será misericordioso contigo”. El las reuniones, una comida, lo que sea, pensemos de dos horas de duración: ¿cuántos minutos se han gastado para juzgar a los otros?: La actitud con Dios. El profeta Daniel (9, 4-10) nos dice como debe ser la actitud con Dios: humilde. Empieza siempre por esta adoración penitencial: Tú eres Dios, yo soy pecador, Señor; a ti la justicia, a nosotros, la vergüenza. La justicia de Dios es misericordiosa. Cuando se encuentra la justicia de Dios con nuestra vergüenza, ahí está el perdón (26-2-2018).

Dijo Jesús a sus discípulos: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros.

Daniel 9, 4b-10; Salmo 78, 8-9.11.13 . Lucas 6, 36-38

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domingo, 8 de marzo de 2020

8 de marzo 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio de este segundo domingo de Cuaresma nos presenta la narración de la Transfiguración de Jesús. Se lleva a tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan, y subió con ellos a un monte alto, y allí ocurrió este singular fenómeno: el rostro de Jesús se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y la aparición de Moisés y de Elías, que conversaban con Él. La “luminosidad” que caracteriza este evento extraordinario simboliza el objetivo: iluminar las mentes y los corazones de los discípulos para que puedan comprender claramente quien es su Maestro. Es un destello de luz que se abre de repente sobre el misterio de Jesús e ilumina toda su persona y toda su historia. Ya en marcha hacia Jerusalén, donde deberá padecer la condena a muerte por crucifixión, Jesús quiere preparar a los suyos para este escándalo –el escándalo de la cruz- demasiado fuerte para su fe y, al mismo tiempo, preanunciar su resurrección, manifestándose como el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús estaba demostrando ser un Mesías diverso respecto a lo que se esperaba: no un rey potente y glorioso, sino un siervo humilde y desarmado; no un Señor de gran riqueza, signo de bendición, sino un hombre pobre que no tiene donde apoyar su cabeza; no un patriarca con numerosa descendencia, sino un célibe sin casa ni nido. En este tiempo de Cuaresma, contemplamos con devoción la imagen del crucifijo, Jesús en la cruz: ese es el símbolo de la fe cristiana. Que la cruz marque las etapas de nuestro itinerario cuaresmal para comprender cada vez más la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el cual el Redentor nos ha salvado a todos nosotros (12-3-2017). Hoy, 8 de marzo, me gustaría decir que la mujer es quien hace hermoso el mundo, lo cuida y lo mantiene vivo. Trae la gracia que hace nuevas las cosas, el abrazo que incluye, la valentía de donarse. La paz es mujer. Nace y renace de la ternura de las madres. Por eso el sueño de la paz se realiza mirando a la mujer. La mujer tiene origen cerca del corazón y en el sueño, durante los sueños. Por eso trae al mundo el sueño del amor. Si amamos el futuro, si soñamos con un futuro de paz, debemos dar espacio a las mujeres (8-3-2019).

Génesis 12, 1-4a: El Señor dijo a Abrahán: Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti una gran nación, te bendeciré, haré famoso tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Abrahán marchó, como le había dicho el Señor.

Salmo 32, 4-5.18-22: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

2Timoteo 1, 8b-10: Querido hermano: Toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vocación santa, no por nuestras obras, sino según su designio y según la gracia que nos dio en Cristo Jesús desde antes de los siglos, la cual se ha manifestado ahora por la aparición de nuestro salvador, Cristo Jesús, que destruyó la muerte e hizo brillar la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio.

Mateo 17, 1-9: Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto. Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: Éste es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadle. Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces llenos de espanto. Jesús se acercó y tocándolos les dijo: Levantaos, no temáis. Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.

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viernes, 6 de marzo de 2020

6 de marzo 2020 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Quien insulta a su hermano, lo mata en su corazón; quien odia a su hermano, mata a su hermano en su corazón; quien critica a su hermano, lo mata en su corazón. Tal vez no nos damos cuenta de esto, y luego hablamos, despachamos a uno y a otro… Y esto es matar al hermano. Es importante conocer que hay dentro de mí, qué sucede en mi corazón. Si uno comprende a su hermano, ama, porque perdona: comprende, perdona, es paciente… Pidamos al Señor dos gracias. 1. La primera: conocer que hay en mi corazón, para no engañarnos. 2. La segunda: hacer el bien que está en nuestro corazón, y no hacer el mal que está en nuestro corazón. Y recordar que las palabras matan. Incluso los malos deseos contra el otro matan (16-2-2014).

Dijo Jesús a sus discípulos: Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: Todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego. Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo.

Ezequiel 18, 21-28; Salmo 129, 1-8 . Mateo 5, 20-26

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jueves, 5 de marzo de 2020

5 de marzo 2020 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre que está en los cielos dará el Espíritu Santo a los que se lo piden? ¡Cuánta sabiduría hay en estas palabras! Es verdad que en cuanto a bondad y pureza de corazón, nosotros, seres humanos, no tenemos mucho de que vanagloriarnos. Pero Jesús sabe que, en lo que se refiere a los niños, somos capaces de una generosidad infinita. Por eso nos alienta: si tenemos fe, el Padre nos dará su Espíritu (27-9-2015).

Dijo Jesús a sus discípulos: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden! Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los profetas.

Ester 4, 17k.1-z; Salmo 137, 1-3.7-8 . Mateo 7, 7-12

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martes, 3 de marzo de 2020

4 de marzo 2020 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Si el fruto de la fe es la caridad (Madre Teresa), el fruto de la desconfianza es la apatía y la resignación. Desconfianza, apatía y resignación: esos demonios que cauterizan y paralizan el alma del pueblo creyente. La cuaresma es tiempo rico para desenmascarar estas y otras tentaciones y dejar que nuestro corazón vuelva a latir a palpitar del Corazón de Jesús. Vuelve a la casa de tu Padre. ¡Vuelve!, sin miedo, a los brazos anhelantes y expectantes de tu Padre rico en misericordia, que te espera. ¡Vuelve!: sin miedo, este es el tiempo oportuno para volver a casa. Permanecer en el camino del mal es solo fuente de ilusión y de tristeza. Dios ¡Vuelve!, sin miedo, a experimentar la ternura sanadora y reconciliadora de Dios. Deja que el Señor sane las heridas del pecado (14-2-2018).

La gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación. La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación, y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.

Jonás 3, 1-10; Salmo 50, 3-4.12-13.18-19 . Lucas 11, 29-32

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martes, 3 de marzo de 2020

3 de marzo 2020 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La familia es un gran gimnasio de entrenamiento en el don y en el perdón recíproco sin el cual ningún amor puede ser duradero. En el Padre nuestro pedimos al Padre: Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y al final comenta Jesús: Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no… No se puede vivir sin perdonarse, o al menos no se puede vivir bien, especialmente en la familia. Se nos pide curar inmediatamente las heridas que nos provocamos: no dejar que acabe el día sin pedirse perdón, sin hacer las paces entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos (4-11-2015).

Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

Isaías 55, 10-11; Salmo 33, 4-7.16-19 . Mateo 6, 7-15

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lunes, 2 de marzo de 2020

2 de marzo de 2020 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Parábola del juicio final de Mateo 25. El Rey dice: Venid vosotros… Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed… lo que hicisteis con uno de mis hermanos, conmigo lo hicisteis. Al atardecer de la vida seremos juzgados en el amor, en la proximidad y en la ternura hacia los hermanos. De esto dependerá entrar o no en el reino de Dios (23-11-2014).

Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga en su gloria el Hijo del Hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo. Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Levítico 19, 1-2.11-18; Salmo 18, 8-10.15; Mateo 25, 31-43.45-46

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domingo, 1 de marzo de 2020

1 de marzo 2020 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En este primer domingo de Cuaresma, el Evangelio nos introduce en el camino hacia la Pascua, mostrando a Jesús que permanece durante cuarenta días en el desierto, sometido a las tentaciones del diablo. Justo después del bautismo, en el que Espíritu de Dios ha descendido sobre Él y el Padre del cielo lo ha declarado: Este es mi Hijo amado. Jesús ya está preparado para empezar su misión; y ya que esta tiene un enemigo declarado, es decir Satanás, Él lo afronta enseguida, “cuerpo a cuerpo”. El diablo hace presión precisamente en el título de “Hijo de Dios” para alejar a Jesús del cumplimiento de su misión: Si eres Hijo de Dios…, lo repite, y le propone hacer gestos milagrosos – “hacer el mago”- como transformar las piedras en pan para saciar su hambre, y tirarse abajo desde el muro del templo y hacerse salvar por los ángeles. A estas dos tentaciones, sigue la tercera: adorarle a él, el diablo, para tener el dominio sobre el mundo. Pero las flechas venenosas del diablo son todas “paradas por Jesús” con el escudo de la palabra de Dios. Jesús no dice ninguna palabra propia: responde solamente con la Palabra de Dios. Y así el Hijo, lleno de la fuerza del Espíritu Santo, sale victorioso del desierto. Durante los cuarenta días de la Cuaresma, como cristianos estamos invitados a seguir las huellas de Jesús y afrontar el combate espiritual contra el maligno con la fuerza de la Palabra de Dios. No con nuestra palabra, no sirve. La Palabra de Dios: esa tiene la fuerza para derrotar a Satanás. Por esto es necesario familiarizarse con la Biblia. Alguno ha dicho: ¿Qué sucedería si usáramos la Biblia como tratamos nuestro móvil? ¿Si la llevásemos siempre con nosotros, o al menos el pequeño Evangelio de bolsillo?; si volviésemos atrás cuando la olvidamos: tú te olvidas el móvil -¡oh!-, no lo tengo, vuelvo atrás a buscarlo; si la abriéramos varias veces al día, si leyéramos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia como leemos los mensajes del teléfono, ¿qué sucedería? La comparación es paradógica, pero hace reflexionar. De hecho, si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Dios y ningún obstáculo podría hacer que nos desviáramos del camino del bien (5-3-2017).

Génesis 2, 7-9; 3, 1-7: El Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz un aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo. Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente era la más astuta de las demás bestias del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?. La mujer contestó a la serpiente: Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”. La serpiente replicó a la mujer: No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal. Entonces la mujer de dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió. Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

Salmo 50, 3-6.12-14.17: Misericordia, Señor, hemos pecado.

Romanos 5, 12-19: Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron… Si por el delito de uno solo la muerte inauguro su reinado a través de uno solo, con cuanta mayor razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo. En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos. Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.

Mateo 4, 1-11: Jesús fue llevado al desierto por el espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. Pero él le contestó: Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedra”. Jesús le dijo: También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”. De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: Todo esto te daré, si te postras y me adoras. Entonces le dijo Jesús: Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”. Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y le servían.