Archivo de diciembre de 2019

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 11 de diciembre de 2019

11 de diciembre 2019 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Venid a mí cuando estéis cansados y agobiados, que yo os aliviaré. Cuando uno sabe que, muerto de cansancio, puede postrarse en adoración y decir: Basta por hoy, Señor, y rendirse ante el Padre; uno sabe también que no se hunde sino que se renueva. Somos ovejas y necesitamos que el pastor nos ayude. ¿Sé descansar recibiendo el amor, la gratitud y todo el cariño que me da la Iglesia? ¿O busco descansos más refinados, no los de los pobres sino los que ofrece el mundo del consumo? ¿El Espíritu Santo es verdaderamente para mí descanso en el trabajo o solo aquél que me da trabajo? ¿Sé conservar con Jesús, con el Padre, con la Virgen y San José…? (2-4-2015).

Jesús tomó la palabra y dijo: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

Isaías 40, 25-31; Salmo 102, 1-4.8.10 . Mateo 11, 28-30

Lectura diaria de la Biblia

martes, 10 de diciembre de 2019

10 de diciembre 2019 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús dice: No es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños (Mateo 18, 12-14). Cada uno de nosotros es muy, muy importante para el Señor, quien nos hace caminar adelante dándonos la esperanza. Pensemos en la ternura que tuvo con los apóstoles, con la Magdalena, con los de Emaús. Y es siempre así. También con nosotros. Sin embargo, debemos pedir al Señor la gracia de no tener miedo a su consolación, de estar abiertos, pedirla, buscarla: es un consuelo que nos dará esperanza y nos hará sentir la ternura de Dios Padre (10-12-2013).

Dijo Jesús a sus discípulos: ¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños.

Isaías 40, 1-11; Salmo 95, 1-3.10-13 . Mateo 18, 12-14

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 9 de diciembre de 2019

9 de diciembre 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (Oración junto al monumento a la Inmaculada en la plaza romana de España) Madre: Queremos darte gracias por los cuidados constantes con los que nos acompañas en nuestro camino, el camino de las familias, de las parroquias, de las comunidades. Gracias porque, en cuanto te dirigimos un pensamiento o una mirada, o una Ave María fugaz, siempre sentimos tu presencia materna, tierna y fuerte. Oh Madre, ayúdanos a desarrollar los “anticuerpos” contra algunos virus de nuestro tiempo: la indiferencia, que dice “No me preocupa”; la mala educación cívica que desprecia el bien común; el miedo al diferente, al extranjero; el conformismo disfrazado de transgresión; la hipocresía de acusar a los demás mientras se hacen las mismas cosas; la resignación ante la degradación ambiental y ética; la explotación de tantos hombres y mujeres (8-12-2017).

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David: el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel, ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró.

Génesis 3, 9-15; Salmo 97, 1-4; Efesios 1, 3-6.11-12 . Lucas 1, 26-38

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domingo, 8 de diciembre de 2019

8 de diciembre 2019 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el Evangelio de este segundo domingo de Adviento resuena la invitación de Juan Bautista: ¡Convertíos porque el reino de los cielos está cerca! (Mt 3, 2). Con estas palabras Jesús dará inicio a su misión en Galilea; y tal será también el anuncio que deberán llevar los discípulos en su primera experiencia misionera. El evangelista Mateo quiere así presentar a Juan como el que prepara el camino al Cristo que viene, y los discípulos como los continuadores de la predicación de Jesús. Se trata del mismo anuncio alegre: ¡viene el reino de Dios, es más, está cerca, está en medio de nosotros! Esta palabra es muy importante: El reino de Dios está en medio de vosotros, dice Jesús. Y Juan anuncia esto que Jesús luego dirá: El reino de Dios ha venido, ha llegado, está en medio de vosotros. Este es el mensaje central de toda misión cristiana (4-12-2016).

Isaías 11, 1-10: Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor. Lo inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencia, ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra. Pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia será ceñidor de su cintura; y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey comerá paja. El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid. Nadie causara daño ni estrago por todo mi Monte Santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán a ella las naciones y será gloriosa su morada.

Salmo 71, 1-2.7-8.12-13.17: Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.

Romanos 15, 4-9: Todo lo que se escribió en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, a fin de que a través de nuestra paciencia y el consuelo que dan las escrituras mantengamos la esperanza. Que el Dios de la paciencia y del consuelo, os conceda tener entre vosotros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús; de este modo, unánimes, a una voz, glorificaréis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso, acogeos mutuamente como Cristo os acogió para gloria de Dios. Es decir, Cristo se hizo servidor de la circuncisión en atención a la fidelidad de Dios, para llevar a cumplimiento las promesas hechas a los patriarcas, y, en cuanto a los gentiles, para que glorifiquen a Dios por su misericordia: como está escrito: Por eso te alabaré entre los gentiles y cantaré para tu nombre.

Mateo 3, 1-12: Por aquel tiempo, Juan el Bautista se presentó en el desierto de Judea predicando: Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos. Éste es el que anunció el profeta Isaías diciendo: Voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”. Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: ¡Raza de víboras!, ¿Quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones pensando: “Tenemos por padre a Abrahán”, pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la raíz de los árboles, y todo árbol que no de buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 7 de diciembre de 2019

7 de diciembre 2019 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Que la Virgen María nos ayude a apresurar el camino hacia Belén, para encontrar al Niño que nació por nosotros. Que ella nos conceda vivir la alegría del Evangelio en la familia, en el trabajo y en cada ambiente. Una alegría íntima, hecha de asombro y ternura (15-12-2013).

Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dice a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis.

Isaías 30, 19-21.23-26; Salmo 146, 1-6 . Mateo 9, 35-10, 1.6-8

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miércoles, 4 de diciembre de 2019

4 de diciembre 2019 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¡Jesús salva! ¿Pero lo más importante de Jesús es que sane? No. ¿Qué nos enseña? No. ¡Que salva! Él es el Salvador y nosotros somos salvados por Él. Y esto es más importante. Y esta es la fuerza de nuestra fe… Y cuando nosotros, por una cosa u otra, estamos un poco bajos de ánimo, recordamos que Él reza por nosotros, intercede por nosotros continuamente (22-1-2015).

Jesús se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino. Los discípulos le dijeron: ¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?. Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis?. Ellos contestaron: Siete y algunos peces. Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.

Isaías 11, 1-10; Salmo 71, 1-2.7-8.12-13.17 . Mateo 15, 29-37

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martes, 3 de diciembre de 2019

Día 3 de diciembre 2019 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El ir adelante de la Iglesia es obra del Espíritu Santo. ¿Y cómo puedo estar seguro de que esa voz que escucho es la voz de Jesús, que cuanto he escuchado sobre lo que debo hacer está inspirado por el Espíritu Santo? La respuesta es sencilla: rezar. Sin oración, no hay sitio para el Espíritu. Pedir a Dios que nos mande este don: Señor, danos el Espíritu Santo para que podamos discernir en cada momento qué debemos hacer. (3-5-2015).

En aquella hora Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo, y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha perecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quien es el Hijo, sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar. Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: ¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.

Isaías 11, 1-10; Salmo 71, 1-2.7-8.12-13.17 . Lucas 10, 21-24

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lunes, 2 de diciembre de 2019

2 de diciembre 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: De las espadas forjarán arados, de las lanzas podaderas (Is 2, 4, 1ª lectura). Que hermoso día será ese. Y esto es posible. Apostemos por la esperanza, la esperanza de la paz. Y será posible: el Señor no decepciona jamás. ¡Él es fiel! ¡Pensemos y sintamos esa belleza! (1-12-2013).

Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho. Le contestó: Voy yo a curarlo. Pero el centurión le replicó: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace. Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.

Isaías 2, 1-5; Salmo 121, 1-4.8-9 . Mateo 8, 5-11

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domingo, 1 de diciembre de 2019

1 de diciembre 2019 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

TIEMPO DE ADVIENTO

Papa Francisco: Hoy la Iglesia inicia un nuevo año litúrgico, es decir, un nuevo camino de fe del pueblo de Dios, que iniciamos con el de Adviento. La página del Evangelio nos presenta uno de los temas más sugestivos del tiempo de Adviento: la visita del Señor a la humanidad. La primera visita se produjo con el nacimiento de Jesús en la gruta de Belén; la segunda sucede en el presente: el Señor nos visita continuamente cada día, camina a nuestro lado y es una presencia de consolación; y para concluir estará la tercera y última visita, que profesamos cada vez que recitamos el Credo: De nuevo vendrá en la gloria para juzgar a vivos y a muertos. El Señor hoy nos habla de esta última visita suya, al final de los tiempos. La palabra de Dios hace resaltar el contraste entre el desarrollo normal de las cosas, la rutina cotidiana, y la venida repentina del Señor. El Evangelio quiere, no darnos miedo, sino abrir nuestro horizonte a la dimensión ulterior, más grande, que por una parte relativiza las cosas de cada día, pero al mismo tiempo las hace preciosas, decisivas. La relación con el Dios que viene a visitarnos da a cada gesto, a cada cosa, una luz diversa, una profundidad, un valor simbólico. Desde esta perspectiva llega también una invitación a la sobriedad, a no ser dominados por las cosas de este mundo, por las realidades materiales, sino más bien a gobernarlas. Es una invitación a la vigilancia, porque, no sabiendo cuando vendrá Él, es necesario estar preparados siempre para partir. En este tiempo de Adviento estamos llamados a ensanchar los horizontes de nuestro corazón, a dejarnos sorprender por la vida que se presenta cada día con sus novedades (27-11-2016).

Isaías 2, 1-5: Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: En los días futuros estará firme el monte de la casa del Señor, en la cumbre de las montañas, más elevado que las colinas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sion saldrá la ley, la palabra del Señor de Jerusalén. Juzgará entre las naciones, será árbitro de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados; de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.

Salmo 121, 1-9: Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor.

Romanos 13, 11-14a: Comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no deis pábulo a la carne siguiendo sus deseos.

Mateo 24, 37-44: Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre pasará como en tiempo de Noé. En los días antes del diluvio la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto estad en vela, porque no sabéis que día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.