Archivo de agosto de 2019

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 11 de agosto de 2019

12 de agosto 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Como escribí en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, estamos llamados a ser una Iglesia en salida, en movimiento desde el centro hacia la periferia, para salir al encuentro de todos, sin miedo, sin desconfianza y con valentía apostólica ¡Cuántos hermanos y hermanas, cuántas situaciones, cuántos contextos, incluso los más difíciles, tienen necesidad de la luz del Evangelio! (3-10-2014).

Mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo: El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no dar mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, agarra el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Tómala y págales por mí y por ti.

Deuteronomio 10, 12-22; Salmo 147, 12-15.19-20 . Mateo 17, 22-27

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 11 de agosto de 2019

11 de agosto 2019 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el pasaje del Evangelio de hoy (Lc 12, 32-48), Jesús habla a sus discípulos del comportamiento que hay que seguir en vista del encuentro final con Él, y explica como la espera de este encuentro debe impulsarnos a llevar una vida rica en obras buenas. Entre otras cosas, dice: vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, a donde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Es una invitación a dar valor a la limosna como obra de misericordia, a no depositar nuestra confianza en los bienes efímeros, a usar las cosas sin apego y egoísmo sino según la lógica de Dios, la lógica de la atención a los demás, la lógica del amor. Nosotros podemos estar muy pegados al dinero, tener muchas cosas, pero al final no las podemos llevar con nosotros. Recordad que el sudario no tiene bolsillos. Sobre el tema de la vigilancia habla de los siervos que esperan por la noche el regreso de su Señor. Bienaventurados aquellos siervos que el Señor, al llegar, los encuentre en vela: es la felicidad de esperar con fe al Señor, de estar preparados con actitud de servicio. Él está presente cada día, llama a la puerta de nuestro corazón. Y será bienaventurado quien le abra, porque tendrá una gran recompensa: es más, el Señor mismo se hará siervo de sus siervos: en el gran banquete de su Reino pasará el mismo a servirles. Esto ocurre ya cada vez que encontramos al Señor en la oración, o también sirviendo a los pobres, y sobre todo en la Eucaristía, donde Él prepara un banquete para nutrirnos de su Palabra y de su Cuerpo (7-8-2016).

Sabiduría 18, 6-9: La noche de la liberación les fue preanunciada a nuestros antepasados, para que, sabiendo con certeza en qué promesas creían, tuvieran buen ánimo. Tu pueblo esperaba la salvación de los justos y la perdición de los enemigos, pues con lo que castigaste a los adversarios nos glorificaste a nosotros llamándonos a ti. Los piadosos hijos de los justos ofrecían sacrificios en secreto y establecieron unánimes esta ley divina: que los fieles compartirían los mismos bienes y peligros, después de haber cantado las alabanzas de los antepasados.

Salmo 32, 1.12.18-22: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Hebreos 11, 1-2.8-12: La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve. Por ella son recordados los antiguos. Por la fe obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba. Por fe vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas, y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Por fe también Sara, siendo estéril, obtuvo “vigor para concebir” cuando ya le había pasado la edad, porque consideró fiel al que se lo prometía. Y así, de un hombre, marcado ya por la muerte, nacieron hijos numerosos, como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.

Lucas 12, 32-48: Dijo Jesús a sus discípulos: No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes, y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo. Y si llega la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del hombre. Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?. Y el Señor dijo: ¿Quién es el administrador fiel y prudente a quién el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarle a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá.

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 9 de agosto de 2019

10 de agosto 2019 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel “amor hasta el extremo” que llevó a Jesús a la cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo. Dicen los Santos Padres: “¡Imitemos a los mártires!” Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más lo necesitan (13-10-2013).

Dijo Jesús a sus discípulos: En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama así mismo se pierde, y el que se aborrece así mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.

2Corintios 9, 6-10; Salmo 111, 1-2.5-9 . Juan 12, 24-26

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 9 de agosto de 2019

9 de agosto 2019 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio nos indica las condiciones para entrar en el reino de los cielos y lo hace con la parábola de las diez vírgenes. A media noche se anuncia la llegada del novio; entonces las vírgenes necias se dan cuenta de que no tenían aceite para las lámparas y mientras van en busca de aceite, llega el novio; las vírgenes prudentes entran con él en la sala del banquete y se cierra la puerta. ¿Qué quiere enseñarnos Jesús con esta parábola? Nos recuerda que debemos permanecer listos para el encuentro con Él. Velar no significa solo no dormir, sino estar preparado. Se trata de no esperar al último momento de nuestra vida para colaborar con la gracia de Dios, sino de hacerlo ya ahora (12-12-2017).

Dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A media noche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo: no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.

Oseas 2, 16b.17d.21-22; Salmo 44, 11-17 . Mateo 25, 1-13

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 8 de agosto de 2019

8 de agosto 2019 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Santo Domingo quedó impresionado de la vitalidad de Bolonia y del gran número de estudiantes que acudían a Bolonia para estudiar Derecho civil y canónico. Bolonia, con su Studium supo dar respuesta a las necesidades de la nueva sociedad, atrayendo a estudiantes ansiosos de aprender. Según una narración, un estudiante, sorprendido de los conocimientos que tenía el santo español de la Sagrada Escritura, le preguntó en qué libros la había estudiado. Su respuesta fue: “He estudiado en el libro de la caridad, más que ningún otro”. Efectivamente este libro enseña todas las cosas. La búsqueda del bien es la clave para lograr éxito en los estudios. El amor es el ingrediente que da sabor a los tesoros del conocimiento, especialmente de los derechos del hombre: a la cultura (sabiduría), a la esperanza, a la paz (Bolonia, 1-10-2017).

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?. Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: ¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos; ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos. Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Desde entonces empezó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: ¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte. Jesús se volvió y dijo a Pedro: ¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios.

Números 20, 1-13; Salmo 94, 1-2.6–9 . Mateo 16, 13-23

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martes, 6 de agosto de 2019

7 de agosto 2019 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La Iglesia invita a la oración continua por los propios seres queridos afectados por el mal. La oración por los enfermos no debe faltar nunca. Pensemos en el episodio evangélico de la mujer cananea (Mt 15, 21-28). Es una mujer pagana, no es del pueblo de Israel, sino una pagana que suplica a Jesús que cure a su hija. Jesús, para poner a prueba su fe, primero responde duramente: No puedo, primero debo pensar en las ovejas de Israel. La mujer no retrocede –una mamá, cuando pide ayuda para su criatura, no se rinde jamás; todos sabemos que las mamás luchan por los hijos- y responde: También a los perritos, cuando los amos están saciados, se les da algo, como si dijese: Al menos trátame como a una perrita. Entonces Jesús le dijo: Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas (10-6-2015).

Jesús se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo. Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: Atiéndela, que viene detrás gritando. Él les contestó: Sólo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel. Ella se acercó y se postró ante él diciendo: Señor, ayúdame. Él le contestó: No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos. Pero ella repuso: Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos. Jesús le respondió: Mujer, qué grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas. En aquel momento quedó curada su hija.

Números 13, 1-2.25-14,1.26-30.34-35; Salmo 105, 6-7.13-14.21-23 . Mateo 15, 21-28

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 5 de agosto de 2019

6 de agosto 2019 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Papa Francisco: El acontecimiento de la Transfiguración del Señor nos ofrece un mensaje de esperanza: nos invita a encontrar a Jesús, para estar al servicio de los hermanos. La ascensión de los discípulos al monte Tabor nos induce a reflexionar sobre la importancia de separarse de las cosas mundanas, para emprender un camino hacia lo alto y contemplar a Jesús. Se trata de ponernos a la escucha atenta y orante del Cristo, el Hijo amado del Padre, buscando momentos de oración que permiten la acogida dócil y alegre de la Palabra de Dios. En esta ascensión espiritual, en esta separación de las cosas mundanas, estamos llamados a redescubrir el silencio pacificador y regenerador de la meditación del Evangelio, de la lectura de la Biblia, que conduce hacia una meta rica de belleza, de esplendor y de alegría (6-8-2017).

Tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús: Maestro, que bueno es que estemos aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía. Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía: Este es mi Hijo, el elegido, escuchadlo. Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

2Pedro 1, 16-19; Salmo 96, 1-2.5-6.9 . Lucas 9, 28b-36

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 4 de agosto de 2019

5 de agosto 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio nos propone el relato del milagro de los panes. Los discípulos se plantean el problema, y dicen a Jesús: Despide a la gente para que vayan a los poblados cercanos a buscar de comer. Jesús, en cambio, dice: Dadle vosotros de comer. Los discípulos quedan desconcertados, y responden: No tenemos más que cinco panes y dos peces, como si dijeran: apenas lo necesario para nosotros. La actitud de Jesús es totalmente distinta, y es consecuencia de su unión con el Padre y de la compasión por la gente, Esa piedad de Jesús hacia todos nosotros: Jesús invita a convertirnos a la fe en la providencia, saber compartir lo poco que somos y tenemos y no cerrarnos nunca en nosotros mismos (2-6-2013).

Al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados. Al desembarcar, vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren comida. Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadle vosotros de comer. Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces. Les dijo: Traédmelos. Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Números 11, 4b-15; Salmo 80, 12-17 . Mateo 14, 13-21

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 4 de agosto de 2019

4 de agosto 2019 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Algunos dirán: la alegría nace de las cosas que se tienen, y entonces viene la búsqueda del último modelo de Smartphone, el scooter más veloz, el coche que llama la atención… La alegría no nace, no viene de las casas que se tienen. Otros dicen que viene de las experiencias más extremas, para sentir la emoción de las sensaciones más fuertes: a la juventud le gusta caminar al borde del precipicio, ¡le gusta de verdad! Otros, incluso, del vestido más a la moda, de la diversión en los locales más en boga… La verdadera alegría no viene de las cosas, del tener, ¡no! Nace del encuentro, de la relación con los demás, nace de sentirse aceptado, comprendido, amado, y de aceptar, comprender y amar; y esto no por el interés de un momento, sino porque el otro, la otra, es una persona. La alegría nace de la gratuidad de un encuentro. Es escuchar: Tú eres importante para mí, no necesariamente con palabras. Esto es hermoso… Y es precisamente esto lo que Dios nos hace comprender. Al llamaros, Dios os dice: Tú eres importante para mí, te quiero, cuento contigo. Jesús, a cada uno de nosotros, nos dice esto. De ahí nace la alegría. La alegría del momento en que Jesús me ha mirado. Comprender y sentir esto es el secreto de nuestra alegría. Y la alegría del encuentro con Él y de su llamada lleva a no cerrarse, sino a abrirse; lleva al servicio en la Iglesia. Santo Tomás de Aquino decía: Bonum est diffusivum sui –no es un latín muy difícil-, el bien se difunde. Y también la alegría se difunde (6-7-2013).

Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23: ¡Vanidad de vanidades! -dice Qohélet-. ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave dolencia. Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.

Salmo 89, 3-6.12-14.17: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Colosenses 3, 1-5.9-11: Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios, aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida está en Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. ¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre; porque Cristo lo es todo, y en todos.

Lucas 12, 13-21: Dijo uno de entre la gente a Jesús: Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. Él le dijo: Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?. Y les dijo: Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes. Y les propuso una parábola: Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo: “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes”. Y entonces me diré a mí mismo: “alma mía, tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”. Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios.

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 2 de agosto de 2019

3 de agosto 2019 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Disminuir, disminuir, disminuir: así fue la vida de Juan el Bautista. Un grande que no buscó la propia gloria, sino la de Dios y que termina de una forma un tanto prosaica, en el anonimato. Pero con esta actitud preparó el camino a Jesús, que de forma similar murió en la angustia, solo y sin discípulos. Ver como Dios vence: el estilo de Dios no es el estilo del hombre. Pedir al Señor la gracia de la humildad que tenía Juan. Y, sobre todo, la gracia que en nuestra vida siempre haya un lugar para que Jesús crezca y nosotros disminuyamos, hasta el final (30-11-2013).

Oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos: Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él. Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista. El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.

Levítico 251.8-17; Salmo 66, 2-8 . Mateo 14, 1-12