Archivo de mayo de 2019

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 12 de mayo de 2019

12 de mayo 2019 – domingo. Leed la Biblia, la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

JORNADA Y COLECTA DE VOCACIONES NATIVAS

Papa Francisco: Jesús se presenta como el Buen Pastor y dice: Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Estas palabras nos ayudan a comprender que nadie puede decirse seguidor de Jesús si no escucha su voz. Y este escuchar no hay que entenderlo de una manera superficial, sino comprometedora, al punto que vuelve posible un verdadero conocimiento recíproco, del cual puede surgir un seguimiento generoso, expresado en las palabras y ellas me siguen. Se trata de un escuchar no solamente con el oído, sino ¡una escucha del corazón! Por lo tanto, la imagen del pastor y de las ovejas indica la estrecha relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros. Él es nuestro guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro modelo, pero sobre todo es nuestro salvador. De hecho la frase sucesiva del pasaje evangélico afirma: Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. ¿Quién puede hablar así? Solamente Jesús, porque la mano de Jesús es una sola cosa con la mano del Padre, y el Padre es más grande que todos. Estas palabras nos comunican un sentido de absoluta seguridad y de inmensa ternura (17-4-2016).

Hechos 13, 14.43-52: Pablo y Bernabé continuaron desde Perge y llegaron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos adoradores de Dios siguieron a Pablo y Bernabé, que hablaban con ellos, exhortándolos a perseverar fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y respondían con blasfemias a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía: Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra”. Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas adoradoras de Dios y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, contra ellos y se fueron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.

Salmo 99, 2-5: Somos su pueblo y ovejas de su rebaño

Apocalipsis 7, 9.14b-17: Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. Y uno de los ancianos me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono los apacentará y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.

Juan 10, 27-30: Dijo Jesús: Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 10 de mayo de 2019

11 de mayo 2019 – sábado. Leed la Biblia, la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Frente a las deserciones, Jesús no regatea ni atenúa sus palabras, es más, obliga a hacer una elección clara: o estar con Él o separarse de Él, y les dice a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Entonces, Pedro hace su confesión de fe en nombre de los otros Apóstoles: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de Vida eterna. No dice: ¿Dónde iremos?, sino ¿a quién iremos?. El problema de fondo no es ir y abandonar la obra emprendida, sino a quién ir. Por esa pregunta de Pedro, nosotros comprendemos que la fidelidad a Dios es una cuestión de fidelidad a una persona, a la cual nos adherimos para recorrer juntos un mismo camino. Y esta persona es Jesús. Todo lo que tenemos en el mundo no sacia nuestra hambre de infinito (23-8-2015).

Muchos de los discípulos de Jesús dijeron: Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso? Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: ¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son Espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen. Pues Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede. Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Hechos 9, 31-42; Salmo 115, 12-17 . Juan 6, 60-69

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jueves, 9 de mayo de 2019

10 de mayo 2019 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La luz es para iluminar a otro; la sal es para dar sabor, conservar a otro. Darse. No conservarse así mismo. La sal no es para el cristiano, es para darla. El cristiano es una sal dada por Dios en el bautismo, algo que te es dado como regalo y continúa siendo dada como regalo si tú continúas dándola, iluminando y dando (7-6-2016).

Dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos. No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.

Hechos 13, 46-49; Salmo 22, 1-6 . Mateo 5, 13-19

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miércoles, 8 de mayo de 2019

9 de mayo 2019 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Cristo, que nos nutre bajo las especies consagradas del pan y del vino, es el mismo que viene a nuestro encuentro en los acontecimientos cotidianos; está en el pobre que tiende la mano, está en el que sufre e implora ayuda, está en el hermano que pide nuestra disponibilidad y espera nuestra acogida. Está en el niño que no sabe nada de Jesús, de la salvación, que no tiene fe. Está en cada ser humano, también en el más pequeño e indefenso (7-6-2015).

Dijo Jesús al gentío: Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

Hechos 8, 26-40; Salmo 65, 8-9.16-17.20 . Juan 6, 44-51

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martes, 7 de mayo de 2019

8 de mayo 2019 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El que como mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. (Jn 6, 51.56). Jesús toma entre sus manos el pan y dice: Tomad, esto es mi Cuerpo. (Mc 14, 22). Con este gesto y con estas palabras, Él asigna al pan una función que ya no es la del simple alimento físico, sino la de hacer presente su Persona en medio de la comunidad de los creyentes. La última Cena representa el punto de llegada de toda la vida de Cristo. No es solamente anticipación de su sacrificio, que se realizará en la cruz, sino también síntesis de una existencia entregada por la salvación de toda la humanidad. Por lo tanto, no basta afirmar que en la Eucaristía Jesús está presente, sino que es necesario ver en ella la presencia de una vida donada y participar de ella (7-6-2015).

Dijo Jesús al gentío: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

Hechos 8, 1b-8; Salmo 65, 1.3-7 . Juan 6, 35-40

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lunes, 6 de mayo de 2019

7 de mayo 2019 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Aunque seamos pecadores –todos nosotros lo somos-, si nuestros propósitos de bien han permanecido sobre el papel, o también si, mirando nuestra vida, nos damos cuenta de haber sumado muchos fracasos… en la mañana de Pascua podemos hacer como esas personas de las cuales habla el Evangelio: ir al sepulcro de Cristo, ver la gran piedra quitada y pensar que Dios está realizando para mí, para todos nosotros, un futuro inesperado. Ir a nuestro sepulcro: todos tenemos un poquito dentro. Ir ahí, y ver cómo Dios es capaz de resurgir de ahí. Aquí hay felicidad, aquí hay alegría, vida, donde todos pensaban que hubiera solo tristeza, derrota y tinieblas. Dios hace crecer a sus flores más bonitas en medio de las piedras más áridas (16-4-2017).

El gentío dijo a Jesús: ¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”. Jesús les replicó: En verdad en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les contestó: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.

Hechos 7, 51-8, 1a; Salmo 30, 3-4.6-8.17.21 . Juan 6, 30-35

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domingo, 5 de mayo de 2019

6 de mayo 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Que los otros encuentren siempre en tus labios el reconocimiento de tu capacidad de hacer y construir en la libertad y la justicia, la prosperidad de la que esta tierra e pródiga. Pero que no falte sereno valor de confesar que es necesario buscar no el alimento que perece, sino el que perdura para la vida eterna. (Jn 6, 27). No apacentarse así mismos, sino saber retroceder, abajarse, salir de sí mismo, para alimentar con Cristo a la familia de Dios (23-9-2015).

Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas barcas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: Maestro, ¿cuándo has venido aquí?. Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios. Ellos le preguntaron: Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?. Respondió Jesús: La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.

Hechos 6, 8-15; Salmo 118, 23-24.26-27.29-30 . Juan 6, 22-29

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domingo, 5 de mayo de 2019

5 de mayo 2019 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio de hoy narra la tercera aparición de Jesús resucitado a los discípulos a orillas del lago de Galilea. Juan se dirige a Pedro y dice: Es el Señor (v.7). E inmediatamente Pedro se lanzó al agua y nadó hacia la orilla, hacia Jesús. En aquella exclamación: ¡Es el Señor!, está todo el entusiasmo de la fe pascual, llena de alegría y de asombro, que se opone con fuerza a la confusión, al desaliento, al sentido de impotencia que se había acumulado en el ánimo de los discípulos. La presencia de Jesús resucitado transforma todas las cosas: la oscuridad es vencida por la luz, el trabajo inútil es nuevamente fructuoso y prometedor, el sentido de cansancio y de abandono deja espacio a un nuevo impulso y a la certeza de que Él está con nosotros. El gran anuncio de la Resurrección infunde en el corazón de los creyentes una íntima alegría y una esperanza invencible. ¡Verdaderamente Cristo ha resucitado! También hoy la Iglesia sigue haciendo resonar este anuncio gozoso: la alegría y la esperanza siguen reflejándose en los corazones, en los rostros, en los gestos, en las palabras (10-4-2016).

Hechos 5, 27b-32.40b-41: El sumo sacerdote interrogó a los apóstoles diciendo: ¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre. Pedro y los apóstoles replicaron: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros matasteis colgándole de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen. Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron del sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.

Salmo 29, 2-13: Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

Apocalipsis 5, 11-14: Yo, Juan, miré, y escuché la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los vivientes y de los ancianos, y eran miles de miles, miríadas de miríadas, y decían con voz potente: Digno es el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. Y escuché a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar –todo cuanto hay en ellos-, que decían: Al que está sentado en el trono y al cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Y los cuatro vivientes respondían: Amen. Y los ancianos se postraron y adoraron.

Juan 21, 1-19: Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: Me voy a pescar. Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado? Ellos contestaron: No. Les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: Es el Señor. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: Traed de los peces que acabáis de pescar. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: Vamos, almorzad. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quien era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?. Él le contestó: Si, Señor, tu sabes que te quiero. Jesús le dice: Apacienta mis corderos. Por segunda vez le pregunta: Simón, hijo de Juan, ¿me amas?. Él le contesta: Si, Señor, tú sabes que te quiero. Él le dice: Pastorea mis ovejas. Por tercera vez le pregunta: ¿Simón, hijo de Juan, me quieres?. Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: ¿Me quieres?, y le contestó: Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero. Jesús le dice: Apacienta mis ovejas. En verdad en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras. Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: Sígueme.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 4 de mayo de 2019

4 de mayo 2019 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Hoy la Iglesia sigue diciendo: “párate, Jesús ha resucitado”. Y esto no es una fantasía, la Resurrección de Cristo no es una fiesta con muchas flores. Esto es bonito, pero no es esto, es más; es el misterio de la piedra descartada que termina siendo el fundamento de nuestra existencia. En esta cultura del descarte donde eso que no sirve toma el camino de usar y tirar, donde lo que no sirve es descartado, esa piedra –Jesús- es descartada y es fuente de vida (16-4-2017).

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al mar, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos veinticinco o treinta estadios, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: Soy yo, no temáis. Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida, en el sitio a donde iban.

Hechos 6, 1-7; Salmo 32, 1-5.18-19 . Juan 6, 16-21

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jueves, 2 de mayo de 2019

3 de mayo 2019 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE SAN FELIPE Y SANTIAGO, APÓSTOL

Papa Francisco: Jesús que dice a Tomás: Yo soy el camino. Para caminar bien en la vida cristiana el camino es Jesús. Hay muchos modos de caminar. 1. Está el que no camina. Un cristiano que no camina es un cristiano “no cristiano”, es como una “momia espiritual”. 2. Otros caminan y se equivocan de camino. También nosotros muchas veces nos equivocamos de camino. 3. Hay otros que caminan pero no saben adónde van: son errantes en la vida cristiana, vagabundos. 4. Hay otros que en el camino son fascinados por una belleza, por algo, y se quedan en la mitad del camino, y se detienen. 5. La vida cristiana no es una fascinación: es una verdad. Es Jesucristo. Santa Teresa decía: “Nosotros caminamos para llegar al encuentro con Jesús”. El justo camino, la senda justa es Jesús. Hoy podemos preguntarnos: Mi camino cristiano, que comencé en el bautismo, ¿cómo va? ¿Se ha detenido? ¿Se ha equivocado de camino? (3-5-2016).

Jesús dijo a Tomás: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto. Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le replica: Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago y aún mayores. Porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

1Corintios 15, 1-8; Salmo 18, 2-5 . Juan 14, 6-14