Archivo de abril de 2019

Lectura diaria de la Biblia

martes, 30 de abril de 2019

1 de mayo 2019 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: San José se merece todo nuestro reconocimiento y nuestra devoción por el modo en que supo custodiar a la Virgen Santa y al Hijo Jesús. Ser custodio es la característica de san José: es su gran misión, ser custodio. Miremos a José como el modelo del educador, que custodia y acompaña a Jesús en su camino de crecimiento en sabiduría, edad y gracia, como dice el Evangelio. Él no era el padre de Jesús: el padre de Jesús era Dios, pero él hacía de papá de Jesús, hacía de padre de Jesús para ayudarle a crecer. ¿Cómo le ayudó a crecer? En sabiduría, edad y gracia (19-3-2014).

Jesús fue a su ciudad y se puso a enseñar en su sinagoga. La gente decía admirada: ¿De dónde saca este esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso? Y se escandalizaban a causa de él, Jesús les dijo: Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta. Y no hizo allí muchos milagros, por su falta de fe.

Génesis 1, 26-2, 3; Salmo 89, 2-4.12-16 . Mateo 13, 54-58

Lectura diaria de la Biblia

martes, 30 de abril de 2019

30 de abril 2019 martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Una comunidad cristiana muestra que ha renacido en el Espíritu Santo, cuando es una comunidad que busca la armonía, cuando busca la pobreza, y cuando no se enfada rápidamente ante las dificultades y se siente ofendida: el siervo de Yavé, Jesús, es paciente. En esta segunda semana de Pascua, pidamos tres gracias: la de la armonía, que es más que la unidad; la de la pobreza, no la acumulación de riquezas –ni miseria: administrar bien por el bien común y con generosidad-; y la de la paciencia. Entender que no solo cada uno de nosotros recibió la gracia de renacer en el Espíritu, sino también nuestras comunidades (14-4-2015).

Jesús dijo a Nicodemo: Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu. Nicodemo le preguntó: ¿Cómo puede suceder eso?. Le contestó Jesús: ¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Hechos 4, 32-37; Salmo 92, 1-2.5 . Juan 3, 5a.7b-15

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lunes, 29 de abril de 2019

29 de abril 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE SANTA CATALINA DE SIENA, VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA, PATRONA DE EUROPA

Papa Francisco: Hoy celebramos la fiesta de santa Catalina de Siena, patrona de Italia y de Europa. Que su existencia nos haga comprender el significado de la vida vivida para Dios. Que la fe inquebrantable de la santa ayude a los enfermos a confiar en el Señor en los momentos de desconsuelo. Que su fuerza con los poderosos indique los valores que verdaderamente cuentan en la vida familiar (29-4-2015).

Tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

1Juan 1, 5-2, 2; Salmo 102, 1-4, 8-9, 13-18 . Mateo 11, 25-30

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domingo, 28 de abril de 2019

28 de abril 2019 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA

Papa Francisco: El centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua, y que san Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado. Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde no estaba. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos: Tomás también estaba; se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquél hombre sincero se arrodilló delante de Jesús y dijo: Señor mío y Dios mío (Jn 20, 28). En el cuerpo de Cristo resucitado las llagas permanecen, porque son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: sus heridas nos han curado (1Pedro 2, 24). (27-4-2014).

Hechos 5, 12-16: Por mano de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Todos se reunían en un mismo espíritu en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a las plazas, y los ponía en catres y camillas, para que al pasar Pedro, su sombra por lo menos cayera sobre alguno. Acudía incluso mucha gente de las ciudades cercanas a Jerusalén llevando enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos eran curados.

Salmo 117, 2-4.22-27: Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

Apocalipsis 1, 9-11a.12-13.17-19: Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, estaba desterrado en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. El día del Señor fui arrebatado en espíritu y escuché detrás de mí una voz potente, como de trompeta, que decía: Lo que estás viendo, escríbelo en un libro, y envíalo a las siete iglesias. Me volví para ver la voz que hablaba conmigo, y vuelto, vi siete candelabros de oro, y en medio de los candelabros como un hijo de hombre, vestido de una túnica talar, y ceñido el pecho con un cinturón de oro. Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Pero él puso la mano derecha sobre mí diciéndome: No temas; yo soy el Primero y el Último, el Viviente; estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que estás viendo: lo que es y lo que ha de suceder después de esto.

Juan 20, 19-31: Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Tomás, uno de los doce, llamado el mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo. A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo sino creyente. Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío!. Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto. Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

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sábado, 27 de abril de 2019

27 de abril de 2019 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: “Cristo ha resucitado”. Pensemos un poco, que cada uno de nosotros piense, en los problemas cotidianos, en las enfermedades que hemos vivido o que alguno de nuestros familiares tiene; pensemos en las guerras, en las tragedias humanas y, simplemente, con voz humilde, sin flores, solos, delante de Dios, delante de nosotros decimos: “No sé cómo va esto, pero estoy seguro de que Cristo ha resucitado y yo he apostado por esto”. Hermanos y hermanas, esto es lo que he querido deciros. Volved a casa hoy, repitiendo en vuestro corazón: “Cristo ha resucitado” (16-4-2017).

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

Hechos 4, 13-21; Salmo 117, 1.14-21 . Marcos 16, 9-15

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viernes, 26 de abril de 2019

26 de abril 2019 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Pedro, Juan, las mujeres fueron al sepulcro y estaba vacío, Él no estaba. Fueron con el corazón cerrado por la tristeza, la tristeza de una derrota: El Maestro, su Maestro, al que amaban tanto, fue ejecutado, murió. Y de la muerte no se regresa. Pero el ángel les dice: “No está aquí, ha resucitado”. La Iglesia no cesa de decir a nuestras derrotas, a nuestro corazones cerrados y temerosos: “Parad, el Señor ha resucitado” (16-4-2017).

Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: Me voy a pescar. Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado? Ellos contestaron: No. Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: Es el Señor. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: Traed de los peces que acabáis de pescar. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: Vamos, almorzad. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quien era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Hechos 4, 1-12; Salmo 117, 1-4.22-27 . Juan 21, 1-14

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jueves, 25 de abril de 2019

25 de abril 2019 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Ser cristianos significa no partir de la muerte, sino del amor de Dios por nosotros, que ha derrotado a nuestra acérrima enemiga. Dios es más grande que la nada, y basta solo una vela encendida para vencer a la más oscura de las noches. Pablo grita, haciéndose eco de los profetas: ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?. Durante estos días de Pascua, llevamos este grito en el corazón. Y si nos preguntan el por qué de nuestra sonrisa recibida y de nuestro paciente compartir, entonces podremos responder que Jesús está todavía aquí, sigue estando vivo y resucitado entre nosotros (19-4-2017).

Los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y como habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: Paz a vosotros. Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Él les dijo: ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo de comer? Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los profetas y Salmos acerca de mí. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo: Así estaba escrito: El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.

Hechos 3, 11-26; Salmo 8, 2.5-9 . Lucas 24, 35-48

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 24 de abril de 2019

24 de abril 2019 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La tarde de la resurrección los discípulos estaban contando lo que habían visto. Los dos discípulos de Emaús hablaban de su encuentro con Jesús durante el camino: todos estaban contentos porque el Señor había resucitado: estaban seguros de que el Señor había resucitado. Pero precisamente estaban hablando de estas cosas. (24-4-2014).

Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?. Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabe lo que ha pasado allí estos días?. Él les preguntó: “¿Qué?”. Ellos contestaron: “Lo de Jesús el Nazareno”, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron. Entonces él les dijo: ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?. Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas la Escrituras. Llegaron cerca de la aldea adonde iban, y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos le apremiaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?. Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Hechos 3, 1-10; Salmo 104, 1-4.6-9 . Lucas 24, 13-35

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 22 de abril de 2019

Día 23 de abril 2019 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El cristianismo no es tanto nuestra búsqueda de Dios –una búsqueda, en verdad, tan titubeante-, sino más bien la búsqueda de Dios a nosotros. Jesús nos ha tomado, nos ha agarrado, nos ha conquistado para no dejarnos más. El cristianismo es gracia, es sorpresa, y por ese motivo presupone un corazón capaz de asombro. Un corazón racionalista es incapaz del asombro, y no puede entender que es el cristianismo. Porque el cristianismo es gracia, y la gracia solamente se percibe, y aún más, se encuentra en el asombro del encuentro (16-4-2017)

Estaba María (Magdalena) fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: Mujer, ¿por qué lloras?. Ella les contesta: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?. Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime donde lo has puesto y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María!. Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, que significa ¡Maestro!. Jesús le dice: No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”. María Magdalena fue y anunció a los discípulos: He visto al Señor y ha dicho esto.

Hechos 2, 36-41; Salmo 32, 4-5.18-20.22 . Juan 20, 11-18

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 21 de abril de 2019

22 de abril 2019 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En este lunes de fiesta, llamado Lunes del Ángel, la liturgia hace resonar el anuncio de la Resurrección proclamado ayer: Cristo ha resucitado, ¡aleluya!. Hoy podemos percibir el eco de las palabras que el ángel dirigió a las mujeres: Id enseguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos”. (Mateo 28, 7). Oímos como dirigida también a nosotros la invitación a “darnos prisa” y a “ir” a anunciar a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo este mensaje de alegría y de esperanza. La última palabra no es el sepulcro, ¡no es la muerte, es la vida! Por eso repetimos tanto: “Cristo ha resucitado”. Porque en Él el sepulcro ha sido derrotado, ha nacido la vida. Seremos hombres y mujeres de resurrección, de vida, si, en medio de los sucesos que afligen al mundo sabemos tener gestos de solidaridad, gestos de acogida, alimentar el deseo universal de la paz (17-4-2017).

Las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; llenas de miedo y de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: Alegraos. Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él. Jesús les dijo: No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán. Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros. Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

Hechos 2, 14.22-33; Salmo 15, 1-2.5.7-11 . Mateo 28, 8-15