Archivo de septiembre de 2018

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 19 de septiembre de 2018

20 de septiembre 2018 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio de hoy nos abre un camino de esperanza y de consuelo. Es bueno percibir sobre nosotros la mirada compasiva de Jesús, así como la percibió la mujer pecadora en la casa del fariseo. Esta mujer encontró verdaderamente al Señor. En el silencio, le abrió su corazón; en el dolor, le mostró el arrepentimiento por sus pecados; con su llanto, hizo un llamamiento a la bondad divina para recibir el perdón. Para ella no habrá ningún juicio sino el que viene de Dios, y este es el juicio de la misericordia (13-3-2015).

Un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él y, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. En esto una mujer de la ciudad, una pecadora, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: si este fuera profeta, sabría quien y qué es esta mujer que lo está tocando, pues es una pecadora. Jesús respondió y le dijo: Simón, tengo algo que decirte. Él respondió: Dímelo, Maestro. Jesús le dijo: Un prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con que pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos le mostrará más amor? Simón contestó: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Jesús le dijo: Has juzgado rectamente. Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; ella, en cambio me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de paz; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: Sus muchos pecados han quedado perdonados porque ha amado mucho; pero al que poco se le perdona, ama poco. Y a ella le dijo: Han quedado perdonados tus pecados. Tu fe te ha salvado, vete en paz.

1Corintios 15, 1-11; Salmo 117, 1-2.16-17.28 . Lucas 7, 36-50

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miércoles, 19 de septiembre de 2018

19 de septiembre 2018 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Al bautismo se lo llama la iluminación. Esta luz no ha de ser tapada. Si uno tapa esa luz se vuelve tibio o, simplemente, cristiano solo de nombre. No hay que hacer esperar a quien está necesitado. Jamás postergar: el bien no tolera el congelador: el bien es hoy, y si tú no lo haces hoy, mañana no existirá. Es un pequeño pedazo de mafia que todos tenemos a nuestro alcance. El que se aprovecha de la confianza del prójimo para tramar el mal, es un mafioso. Hay que llevar adelante la luz recibida gratuitamente, esa luz de Dios que hace tanto bien: la luz de la amistad, la luz de la benevolencia, la luz de la fe, la luz de la esperanza, la luz de la paciencia, la luz de la bondad (19-9-2016).

Dijo el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes? Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de: “Hemos tocamos la flauta y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones y no habéis llorado”. Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: “tiene un demonio”; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad que hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón.

1Corintios 12, 31-13,13; Salmo 32, 2-5.12.22 . Lucas 7, 31-35

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martes, 18 de septiembre de 2018

18 de septiembre 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La misericordia de Jesús ¡es una fuerza que da vida, que resucita al hombre! La misericordia de Jesús no es solo un sentimiento, ¡es una fuerza que da vida, que resucita al hombre! Nos lo dice también el Evangelio de hoy, en el episodio de la viuda de Naín. Al verla el Señor, se compadeció de ella. Esta compasión es el amor de Dios por el hombre, es la misericordia, es decir, la actitud de Dios en contacto con la miseria humana, con nuestra indigencia, nuestro sufrimiento, nuestra angustia. Y ¿Cuál es el fruto de este amor, de esta misericordia? ¡Es la vida! Si le mostramos nuestras heridas interiores, nuestros pecados, Él siempre nos perdona. ¡Es todo misericordia! Vayamos a Jesús.

Iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: No llores. Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!. El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Y Dios ha visitado a su pueblo. Este hecho se divulgó por toda Judea y por toda la comarca circundante.

1Corintios 12, 12-14.27-31a; Salmo 99, 1-5 . Lucas 7, 11-17

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lunes, 17 de septiembre de 2018

17 de septiembre 2018 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Merece lo que pide porque ama a nuestro pueblo. Un gobernante que no ama no puede gobernar. Como mucho puede poner un poco de orden, pero no gobernar. Y era un hombre humilde que dijo al Señor: No te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, y con humildad: Di una palabra y mi siervo quedará sano. Ninguno de nosotros puede decir: pero yo no tengo que ver, son ellos quienes gobiernan. No; yo soy responsable de su gobierno y debo hacer lo mejor de mi parte para que ellos gobiernen bien, participando en la política como puedo. La política, dice la doctrina social de la Iglesia, es una de las formas más altas de la caridad, porque es servir al bien común: los que gobiernan, con el servicio de la humildad y con el amor; los gobernados, con la participación y sobre todo con la oración.

Cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quién estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús le rogaban encarecidamente: Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga. Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes, y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; y a mi criado: “Haz esto”, y lo hace. Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe. Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

1Corintios 11, 17-26.33; Salmo 39, 7-10.17 . Lucas 7, 1-10

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domingo, 16 de septiembre de 2018

16 de septiembre 2018 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Pregunta que resuena aún hoy en nuestra conciencia, la de sus discípulos, y es decisiva para nuestra identidad y nuestra misión. Solo si reconocemos a Jesús en su verdad, seremos capaces de mirar la verdad de nuestra condición humana, y podremos dar nuestra aportación para la plena humanización de la sociedad. También hoy, queridos hermanos y hermanas, nuestra alegría es compartir esta fe y responder juntos al Señor Jesús: Tú eres para nosotros el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Nuestra alegría también es ir a contra corriente e ir más allá de la opinión corriente, que, como entonces, no logra ver en Jesús más que a un profeta o a un maestro. Nuestra alegría es reconocer en Él la presencia de Dios, el enviado del Padre, el Hijo que vino para ser instrumento de salvación para la humanidad. Esta profesión de fe proclamada por Simón Pedro es también para nosotros. La misma no representa solo el fundamento de nuestra salvación, sino también el camino a través del cual ella se realiza y la meta a la cual tiende (10-11-2015).

Isaías 50, 5-9a: El Señor Dios me abrió el oído; yo no me resistí, ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba. No oculte el rostro a insultos y salivazos. El Señor me ayudaba, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, y sé que no quedaré defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda: ¿quién me condenará?

Sal 114, 1-9: Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Santiago 2, 14-18: ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario, y que uno de vosotros les dice: Id en paz: abrigaos y saciaos, pero no le da lo necesario para el cuerpo: ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame esa fe tuya sin las obras y yo, con las obras, te mostraré mi fe.

Marcos 8, 27-35: Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos le contestaron: Unos, Juan Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy?. Tomando la palabra Pedro le dijo: Tú eres el Mesías. Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto. Y empezó a instruirlos: El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días. Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevo aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió, y mirando a los discípulos increpó a Pedro: ¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!. Y llamando a la gente y a sus discípulos les dijo: El que quiera venirse en pos de mí, que se niegue así mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio, la salvará.

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sábado, 15 de septiembre de 2018

15 de septiembre 2018 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES

Papa Francisco: Los cristianos tenemos una Madre, la misma de Jesús. No somos huérfanos. Con el corazón atravesado, acepta dar a luz a todos nosotros en este momento de dolor. Y desde ese momento Ella se convierte en nuestra madre, la que cuida de nosotros y no se avergüenza de nosotros: nos defiende. En un mundo que sufre la crisis de una gran orfandad, quizá nuestra ayuda es decir “mira a tu Madre”. Tenemos una que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de nuestros pecados (15-9-2016).

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Hebreos 5, 7-9; Salmo 30, 2-6.15-16.20 . Juan 19, 25-27

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viernes, 14 de septiembre de 2018

14 de septiembre 2018 – viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Papa Francisco: El 14 de septiembre la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. ¿Por qué exaltar la cruz? El Padre dio al Hijo para salvarnos, y esto implicó la muerte de Jesús, y la muerte en la cruz. ¿Por qué? A causa de la gravedad del mal que nos esclavizaba. La cruz de Jesús expresa ambas cosas: toda la fuerza negativa del mal y toda la omnipotencia mansa de la misericordia de Dios. La cruz parece determinar el fracaso de Jesús, pero en realidad manifiesta su victoria. En el Calvario, quienes se burlaban de Él, le decían: Si eres el hijo de Dios, baja de la cruz. Pero era verdadero lo contrario: precisamente porque era el Hijo de Dios estaba allí, en la cruz. Cuando dirigimos la mirada a la cruz donde Jesús estuvo clavado, contemplamos el signo del amor, del amor infinito de Dios por cada uno de nosotros y la raíz de nuestra salvación. De esa cruz brota la misericordia del Padre, que abraza al mundo entero. Por medio de la cruz de Cristo a sido vencido el maligno, ha sido derrotada la muerte, se nos ha dado la vida, devuelto la esperanza. La cruz de Jesús es nuestra única esperanza verdadera. Por eso la Iglesia exalta la Santa Cruz y también por eso nosotros, los cristianos, bendecimos con el signo de la cruz (14-9-2014).

Dijo Jesús a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito para todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree el él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.

Números 21, 4b-9; Salmo 77, 1-2.34-38; Filipenses 2, 6-11 . Juan 3, 13-17

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jueves, 13 de septiembre de 2018

13 de septiembre 2018 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Una cosa es dar el perdón –todos estamos obligados a perdonar, porque todos fuimos perdonados-, pero otra cosa es recibir el perdón. Y si uno está cerrado al perdón, no lo recibe, porque él cerró la puerta con llave desde dentro. Y lo que se puede es rezar para que el Señor le abra esa puerta. No todos pueden recibir el perdón, no saben recibirlo, o no están dispuestos a recibirlo. Y así se explica que haya gente que termine su vida de modo endurecido, mal, sin recibir la caricia de Dios (25-9-2015).

Dijo Jesús a sus discípulos: A vosotros los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros.

1Corintios 8, 1b-7.11-13; Salmo 138, 1-3.13-14.23-24 . Lucas 6, 27-38

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miércoles, 12 de septiembre de 2018

12 de septiembre 2018 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Bienaventurados quiere decir felices. Decidme: ¿Buscáis de verdad la felicidad? En una época en que tantas apariencias de felicidad nos atraen, corremos el riesgo de contentarnos con poco, de tener una idea de la vida “en pequeño”. ¡Aspirad, en cambio, a cosas grandes! ¡Ensanchad vuestros corazones! Como decía el beato Pedro Jorge Brassati: Vivir sin una fe, sin un patrimonio que defender, y sin sostener, en una lucha continua, la verdad, no es vivir, sino ir tirando. Jamás debemos ir tirando, sino vivir (Carta a I. Bonini, 27 de febrero de 1925). En el día de la beatificación de Piergiorgio Brassati, el 20 de mayo de 1990, Juan Pablo II lo llamó hombre de las Bienaventuranzas (21-1-2014).

Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis! ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.

1Corintios 7, 25-31; Salmo 44, 11-12.14-17 . Lucas 6, 20-26

Lectura diaria de la Biblia

martes, 11 de septiembre de 2018

11 de septiembre 2018 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Un apóstol es una persona que es mandada, es enviada a hacer algo y los Apóstoles fueron elegidos, llamados y enviados por Jesús, para continuar su obra, o sea orar –es la primera labor de un apóstol- y, segundo, anunciar el Evangelio. Esto es importante, porque cuando pensamos en los Apóstoles podríamos pensar que fueron solo a anunciar el Evangelio, a hacer muchas obras. Cada día hemos de librar una lucha, pero Dios es nuestro aliado, la fe en Él es nuestra fuerza, y la oración es la expresión de esta fe (20-10-2013).

Jesús salió al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago de Alfeo, Simón, apodado el Celote, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Después de bajar con ellos, se paró en una llanura, con un grupo grande de discípulos y una muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

1Corintios 6, 1-11; Salmo 149, 1-6.9 . Lucas 6, 12-19