Archivo de abril de 2017

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 10 de abril de 2017

10 de abril 2017 – Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

LUNES SANTO

Papa Francisco: Es una profunda herida para nosotros ver el sufrimiento y la muerte, especialmente de los inocentes. Cuando vemos sufrir a los niños se nos hace una herida en el corazón: es el misterio del mal. Y Jesús carga sobre sí todo este mal, todo este sufrimiento. Esta semana nos hará bien a todos nosotros mirar el crucifijo, besar las llagas de Jesús, besarlas en el crucifijo. Él cargó sobre sí todo el sufrimiento humano, se revistió con este sufrimiento (16-4-2014).

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselo a los pobres?. Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando. Jesús dijo: Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis. Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.

Is 42, 1-7; Sal 26, 1-3.13-14 . Juan 12, 1-11

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 9 de abril de 2017

9 de abril 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

DOMINGO DE RAMOS

Papa Francisco: En esta semana, la Semana Santa, que nos conduce a la Pascua, seguiremos el camino de la humillación de Jesús. Y solo así será santa también para nosotros. Veremos el desprecio de los jefes del pueblo y sus engaños para acabar con él. Asistiremos a la traición de Judas, uno de los Doce, que lo venderá por treinta monedas. Veremos al Señor apresado y tratado como un malhechor; abandonado por sus discípulos; llevado ante el Sanedrín, condenado a muerte, azotado y ultrajado. Escucharemos como Pedro, la roca de los discípulos, lo negará tres veces. Oiremos los gritos de la muchedumbre, soliviantada por los jefes, pidiendo que Barrabas quede libre y que a él lo crucifiquen. Veremos como los soldados se burlarán de él, vestido con un manto color púrpura y coronado de espinas. Y después, a lo largo de la vía dolorosa y a los pies de la cruz, sentiremos los insultos de la gente y de los jefes, que se ríen de su condición de Rey e Hijo de Dios. Esta es la vía de Dios, el camino de la humildad. Es el camino de Jesús, no hay otro. y no hay humildad sin humillación (S.M. 29-3-2015).

PROCESIÓN

Cuando se acercaba a Jerusalén y llegaron a Betfage, junto al monte de los olivos, Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, lo desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto. Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta: Decid a la hija de Sión: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica, en un pollino, hijo de acémila”. Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!. Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: ¿Quién es éste?. La multitud contestaba: Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea. Mateo 21, 1-11

MISA

Isaías 50, 4-7: El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor Dios me abrió el oído; y yo no me resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que mesaban mi barba. No escondí el rostro ante ultrajes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes, por eso ofrecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Salmo 21, 8-9, 17-24: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?.

Filipenses 2, 6-11: Cristo Jesús, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres. Y así, reconocido como un hombre por su presencia, se humilló así mismo hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todo, y le concedió el -Nombre-sobre-todo-nombre-; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble –en el cielo, en la tierra, en el abismo-, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Mateo 27, 11-54: PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. Jesús fue llevado ante el gobernador, y el gobernador le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos?. Jesús respondió: Tú lo dices. Y, mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los ancianos, no contestaba nada. Entonces Pilato le preguntó: ¿No oyes cuantos cargos presentan contra ti?. Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy extrañado. Por la fiesta, el gobernador solía soltar un preso, el que la gente quisiera. Tenía entonces un preso famoso, llamado Barrabas. Cuando la gente acudió, dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte, a Barrabas o a Jesús, a quien llaman el Mesías?. Pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y, mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir: No te metas con ese justo, porque esta noche he sufrido mucho soñando con él. Pero los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran la libertad de Barrabas y la muerte de Jesús. El gobernador preguntó: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte?. Ellos dijeron: A Barrabas. Pilato les preguntó: ¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?. Contestaron todos: Sea crucificado. Pilato insistió: Pues, ¿qué mal ha hecho?. Pero ellos gritaban más fuerte: ¡Sea crucificado¡. Al ver Pilato que todo era inútil y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos ante la gente, diciendo: Soy inocente de esta sangre. ¡Allá vosotros!. Todo el pueblo entero contestó: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!. Entonces les soltó a Barrabas; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Entonces los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaban de él, diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!. Luego le escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza. Y, terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar. Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a llevar su cruz. Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir lugar de la calavera), le dieron a beber vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa, echándola a suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de su cabeza colocaron un letrero con la acusación: Este es Jesús, el rey de los judíos. Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban lo injuriaban y, meneando la cabeza decían: Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo; “si eres Hijo de Dios, baja de la cruz”. Igualmente los sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se burlaban también diciendo: A otros ha salvado, y él no se puede salvar. ¡Es el rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, y le creeremos. Confió en Dios, que lo libre si es que lo ama, pues dijo: “Soy Hijo de Dios”. De la misma manera los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban. Desde la hora sexta hasta la hora nona, vinieron tinieblas sobre toda la tierra. A la hora nona Jesús gritó con voz potente: Elí, Elí, lemá sabaktaní (Es decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?). Al oírlo, algunos de los que estaban por allí dijeron: Está llamando a Elías. Enseguida uno de ellos fue corriendo, tomó una esponja empapada en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio a beber. Los demás decían: Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo. Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el Espíritu. Entonces, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se resquebrajaron, las tumbas se abrieron, y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que él resucitó, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a muchos. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, dijeron aterrorizados: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 8 de abril de 2017

8 de abril 2017 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Los mártires de hoy –que son muchos- no reniegan de Jesús y soportan con dignidad insultos y ultrajes. Lo siguen por su camino. Podemos hablar, verdaderamente, de “una nube de testigos”: los mártires de hoy (cf. Heb 12, 1). Durante esta semana, emprendamos también nosotros con decisión este camino de la humildad, movidos por el amor a nuestro Señor y Salvador. El amor nos guiará y nos dará fuerza. Y, donde está él, estaremos también nosotros (29-3-2015).

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús (la resurrección de Lázaro), creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación. Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera. Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a una región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?. Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.

Ez 37, 21-28; Sal Jer 31, 10-13 . Juan 11, 45-57

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viernes, 7 de abril de 2017

7 de abril 2017 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (Es la voz del Padre:) “Este es mi Hijo, el escogido, escuchadlo”. Jesús nos trae a Dios, no lleva a Dios, con él toda nuestra vida se transforma, se renueva, y nosotros podemos ver la realidad con ojos nuevos, desde el punto de vista de Jesús, con sus mismos ojos. Por eso os digo hoy a cada uno de vosotros: “Pon a Cristo” en tu vida y encontrarás un amigo del que siempre podrás fiarte (25-7-2013).

Los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús: Él les replicó: Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿Por cuál de ellas me apedreáis?. Los judíos le contestaron: No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios. Jesús les replicó: ¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: Sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡blasfema!”, porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabullo de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad. Y muchos creyeron en él allí.

Jer 20, 10-13; Sal 17, 2-7 . Juan 10, 31-42

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jueves, 6 de abril de 2017

6 de abril 2017 – jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Los doctores de la ley no entendían la alegría de la promesa; no entendían la alegría de la esperanza; no entendían la alegría de la alianza. ¡No entendían! No sabían ser felices, porque habían perdido el sentido de la felicidad, que solamente viene de la fe. Esta es la vida sin fe en Dios, sin confianza en Dios, sin esperanza en Dios. Y su corazón estaba petrificado. Es triste ser creyente sin alegría y no hay alegría cuando no hay fe, cuando no hay esperanza, cuando no hay ley, sino solamente las prescripciones, la doctrina fría. La alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio de la fe de una persona. Sin alegría esta persona no es un verdadero creyente. Pidamos al Señor la gracia de ser exultantes en la esperanza, la gracia de poder ver el día de Jesús cuando nos encontremos con Él, y la gracia de la alegría (S.M. 26-3-2015).

Dijo Jesús a los judíos: En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre. Los judíos le dijeron: Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: “Quien guarde mi palabra no conocerá la muerte para siempre”? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?. Jesús contestó: Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: “No lo conozco”, sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio y se llenó de alegría. Los judíos le dijeron: No tienes todavía cincuenta años ¿y has visto a Abrahán?. Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes de que naciera Abrahán existo yo. Ellos agarraron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

Gn 17, 3-9; Sal 104, 4-9 . Juan 8, 51-59

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 5 de abril de 2017

5 de abril 2017 – miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: El Evangelio indica los elementos de este camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna (cf.Mt 6, 1-6.16-18). Los tres comportan la necesidad de no dejarse dominar por las cosas que aparentan: lo que cuenta no es la apariencia. El valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de lo que tenemos dentro (5-3-2014).

Dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le replicaron: Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?. Jesús les contestó: En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre. Ellos replicaron: Nuestro padre es Abrahán. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre. Le replicaron: Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios. Jesús les contestó: Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.

Dn 3, 14-20.91-92.95; Sal Dn 3, 52-56 . Juan 8, 31-42

Lectura diaria de la Biblia

martes, 4 de abril de 2017

4 de abril 2017 – martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa: (Cuando levantéis al Hijo del hombre) Cristianos sí, pero… que no terminan de abrir el corazón a la salvación de Dios y siempre ponen condiciones. Y así el corazón se envenena. No aceptar el don de Dios con su estilo, eso es el pecado, eso es el veneno, nos envenena el alma y nos quita la alegría. Jesús toma sobre si el veneno, el pecado. Y de esta tibieza del alma uno se cura solamente mirando la cruz. Miremos a la serpiente y su veneno, allí en el cuerpo de Cristo, el veneno de todos los pecados del mundo; y pidamos la gracia de aceptar los momentos difíciles. De aceptar el estilo divino de la salvación, de aceptar las cosas… de aceptar las vías por las cuales el Señor me lleva hacia adelante. Esta Semana Santa que inicia el domingo próximo nos ayuda a salir de esta tentación, y de ser cristianos sin “peros”… (S.M.24-3-2015).

Dijo Jesús a los fariseos: Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros. Y los judíos comentaban: ¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”? Y él continuaba: Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados; pues si no creéis que “yo soy”, moriréis en vuestros pecados. Ellos le decían: ¿Quién eres tú? Jesús les contestó: Lo que os estoy diciendo desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él. Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que “yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada. Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Núm 21, 4-9; Sal 101, 2-21 . Juan 8, 21-30

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 3 de abril de 2017

3 de abril 2017 – lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (Los fariseos) tenían dentro del corazón la corrupción de la rigidez. Se creían puros porque observaban “la letra de la ley” y porque decían: “La ley dice esto y se debe hacer esto”. Pero no eran santos eran corruptos, porque una rigidez de este género solamente puede ir adelante en una doble vida y estos que condenaban a estas mujeres, después iban a buscarlas de manera escondida, para divertirse un poco. Los rígidos son, uso el adjetivo que Jesús les daba a ellos, hipócritas. Tienen una doble vida. Con la rigidez no se puede ni siquiera respirar… Él “tampoco yo te condeno” es una de las palabras más hermosas, porque están llenas de misericordia (S.M. 23-3-2015).

Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?. Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?. Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.

Dan 13, 1-9.15-17.19-30.33-62; Sal 22, 1-6 . Juan 8, 1-11

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 2 de abril de 2017

2 de abril 2017 – domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el quinto domingo de Cuaresma, los que se preparaban para el Bautismo en la Iglesia recibían la palabra de Dios. También esta comunidad, hoy, hará el mismo gesto. Y yo quiero daros el Evangelio; que vosotros llevéis el Evangelio a casa. Este Evangelio es un Evangelio de bolsillo para llevar siempre con nosotros, para leer un poquito, un pasaje; abrirlo así y leer algo del Evangelio, cuando debo hacer una fila o cuando estoy en el autobús; pero cuando estoy cómodo en el autobús, porque si no estoy cómodo, debo estar atento a los bolsillos. Leer siempre un trocito del Evangelio. Nos hará mucho bien. Un poco todos los días. Hoy, quinto domingo de Cuaresma, recibís la palabra de Dios y también, así, podéis escuchar la voz de Jesús que os dice: sal afuera. Ven. Ven afuera, y prepararos de este modo para la noche de Pascua (6-4-2014).

Ezequiel 37, 12-14: Así dice el Señor: Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor: os infundiré mi espíritu y viviréis; os colocaré en vuestra tierra, y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago. Oráculo del Señor.

Salmo 129, 1-8: Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

Romanos 8, 8-11: Los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene Espíritu de Cristo no es de Cristo. Si Cristo está con vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

Juan 11, 3-7.17.20-27.33-45: Las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo: Señor, al que tú amas está enfermo. Jesús, al oírlo, dijo: esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Sólo entonces dijo a sus discípulos: Vamos otra vez a Judea. Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta respondió: Sé que resucitará en la resurrección en el último día. Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?. Ella le contestó: Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Jesús se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: ¿Dónde lo habéis enterrado?. Le contestaron: Señor, ven a verlo. Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: ¡Cómo lo quería!. Pero algunos dijeron: Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?. Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba. Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: Quitad la losa. Marta, la hermana del muerto, le dijo: Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días. Jesús le replicó: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?. Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Y dicho esto, gritó con voz potente: Lázaro, sal afuera. El muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo y dejadlo andar. Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 1 de abril de 2017

1 de abril 2017 – sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el periodo de la Cuaresma, la Iglesia, en nombre de Dios, renueva la llamada a la conversión. Es la llamada a cambiar de vida. Es un compromiso que dura toda la vida. ¿Quién entre nosotros puede presumir de no ser pecador? Nadie. Todos lo somos. Escribe el apóstol Juan: Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos, y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados, Él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia (1Jn 1, 8-9) (28-3-2014).

Algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: Éste es de verdad el profeta. Otros decían: Éste es el Mesías. Pero otros decían: ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?. Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: ¿Por qué no lo habéis traído?. Los guardias respondieron: jamás ha hablado nadie como ese hombre. Los fariseos les replicaron: ¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos. Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: ¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho? Ellos le replicaron: ¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas. Y se volvieron cada uno a su casa.

Jer 11, 18-20; Sal 7, 2-3.9-12 . Juan 7, 40-53