Archivo de septiembre de 2016

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 10 de septiembre de 2016

10 de Septiembre 2016 – Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Pensemos en los más pequeños, en los enfermos que ofrecen su sufrimiento por la Iglesia o por otros, en muchos ancianos que están solos, que rezan y ofrecen. O en madres y padres de familia que llevan adelante con mucho esfuerzo a su familia, la educación de los hijos, el trabajo cotidiano, los problemas… pero lo hacen siempre con la esperanza en Jesús, que no presumen, pero hacen lo que pueden. Son los “santos de la vida cotidiana”. Son todos los sacerdotes que no se hacen ver pero que trabajan en sus parroquias con amor: la catequesis a los niños, el cuidado de los ancianos, de los enfermos, la preparación a los recién casados… Todos los días es lo mismo, pero ellos no se aburren porque en su fundamento está la roca. Es Jesús, es esto que da santidad a la Iglesia, es esto que da esperanza. Es la santidad escondida que hay en la Iglesia, cristianos que permanecen en Jesús, y son pecadores porque todos lo somos. Y a veces, alguno de estos cristianos cometen un pecado grave, pero se arrepiente, pide perdón y esto es grande: la capacidad de pedir perdón, de no confundir pecado con virtud, saber bien donde está la virtud y donde el pecado. Y estos están fundados en la roca y la roca es Cristo. Siguen el camino de Jesús, le siguen a Él.

Decía Jesús a sus discípulos: No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por sus frutos; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca. ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo? El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir a quien se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó y quedó hecha una gran ruina.

1Corintios 10, 14-22; Salmo 115, 12-13.17-18 . Lucas 6, 43-49

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 9 de septiembre de 2016

9 de Septiembre 2016 – Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: ¿Quién soy yo para criticar sobre esto? ¿Quién soy yo, que hice las mismas cosas o peores? El Señor lo dice en el Evangelio: No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará: una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que mediréis se os medirá a vosotros. Esta es la generosidad del corazón que el Señor presenta a través de la imagen de las personas que iban a buscar el trigo y estiraban el delantal para recibir de más. En efecto, si tienes el corazón amplio, grande, puedes recibir más. Y un corazón grande no se enreda en la vida de los demás, no condena, sino que perdona y olvida, precisamente como Dios ha olvidado y perdonado mis pecados.

Dijo Jesús a los discípulos una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.

1Corintios 9, 16-19.22b-27; Salmo 83, 3-6.12 . Lucas 6, 39-42

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 8 de septiembre de 2016

8 de Septiembre 2016 – Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

FIESTA DE LA NATIVIDAD DE SANTA MARÍA VIRGEN

Papa Francisco: Cuando un cristiano me dice, que no ama a la Virgen, sino que no le nace buscar a la Virgen o rezar a la Virgen, yo me siento triste. Recuerdo una vez, hace casi cuarenta años, yo estaba en Bélgica, en un congreso, y había una pareja de catequistas, ambos profesores universitarios, con hijos, una hermosa familia, y hablaba muy bien de Jesucristo. A un cierto punto dije: ¿Y la devoción a la Virgen?. Nosotros hemos superado esa etapa. Nosotros conocemos tanto a Jesucristo que no necesitamos a la Virgen. Y lo que surgió en mi mente y en mi corazón fue: ¡Bah…, pobres huérfanos!. Es así, ¿no? Porque un cristiano sin la Virgen es huérfano.

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos… Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta: Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.

Miqueas 5, 1-4a; Salmo 12, 6 . Mateo 1, 1-2.15-16.18-23

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miércoles, 7 de septiembre de 2016

7 de Septiembre 2016 – Miércoles. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Bienaventurados quiere decir felices. Decidme: ¿Buscáis de verdad la felicidad? En una época en que tanta apariencia de felicidad nos atraen, corremos el riesgo de contentarnos con poco, de tener una idea de la vida “en pequeño”. ¡Aspirad, en cambio, a cosas grandes! ¡Ensanchad vuestros corazones! Como decía el beato Piergiorgio Prassati: vivir sin una fe, sin un patrimonio que defender, y sin sostener, en una lucha continua, la verdad, no es vivir, sino ir tirando. Jamás debemos ir tirando, sino vivir (Carta a I. Bonini, 27 de febrero de 1925). En el día de la beatificación de Pirgiorgio Prassati, el 20 de mayo de 1990, Juan Pablo II lo llamó hombre de las Bienaventuranzas.

Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Bienaventurados vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.

1Corintios 7, 25-31; Salmo 44, 11-17 . Lucas 6, 20-26

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martes, 6 de septiembre de 2016

6 de Septiembre 2016 – Martes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Un apóstol es una persona que es mandada, es enviada a hacer algo y los Apóstoles fueron elegidos, llamados y enviados por Jesús, para continuar su obra, o sea orar -es la primera labor de un apóstol- y, segundo, anunciar el Evangelio. Esto es importante, porque cuando pensamos en los Apóstoles podríamos pensar que fueron solo a anunciar el evangelio, a hacer muchas obras.

Subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

1Corintios 6, 1-11; Salmo 149, 1-69 . Lucas 6, 12-19

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lunes, 5 de septiembre de 2016

5 de Septiembre 2016 –Lunes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: La madre Iglesia enseña a estar cerca de quien está abandonado y muere solo. Es lo que hizo la beata Teresa por las calles de Calcuta. La misericordia da la paz a quien parte y a quien pertenece, haciéndonos sentir que Dios es más grande que la muerte, y que permaneciendo en Él incluso la última separación es un hasta la vista… Esto lo había entendido bien la beata Teresa. Le decían: Madre, esto es perder tiempo. Encontraba gente moribunda por la calle, gente a la que empezaban a comer el cuerpo las ratas de la calle, y ella lo llevaba a casa para que muriesen limpios, tranquilos, acariciados, en paz. Ella les decía hasta la vista, a todos estos… y ellos los esperan, allí (indica el cielo), en la puerta, para abrirles la puerta del cielo.

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de que acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: Levántate y ponte ahí en medio. Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?. Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: Extiende el brazo. Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.

1Corintios 5, 1-8; Salmo 5, 5-7.12 . Lucas 6, 6-11

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domingo, 4 de septiembre de 2016

4 de Septiembre 2016 – Domingo. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En el evangelio de hoy Jesús insiste acerca de las condiciones para ser sus discípulos: no anteponer nada al amor por Él, cargar la propia cruz y seguirle. Jesús no quiere engañar a nadie. Él sabe bien lo que le espera en Jerusalén, cuál es el camino que el Padre le pide que recorra: es el camino de la cruz, del sacrificio de sí mismo para el perdón de nuestros pecados. Seguir a Jesús no significa participar en un cortejo triunfal. Significa entrar en su gran obra de misericordia, de perdón, de amor. Y este perdón universal, esta misericordia, pasa a través de la cruz. Pero Jesús no quiere realizar esta obra solo: quiere implicarnos también a nosotros en la misión que el Padre le ha confiado. Después de la resurrección dirá a sus discípulos: Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo…. El discípulo de Jesús renuncia a todos los bienes porque ha encontrado en Él el Bien más grande, en el que cualquier bien recibe su pleno valor y significado: los vínculos familiares, las demás relaciones, el trabajo, los bienes naturales y económicos, y así sucesivamente. El cristiano se desprende de todo y rencuentra todo en la lógica del Evangelio, la lógica del amor y del servicio.

Sabiduría 9, 13-18: ¿Qué hombre conoce el designio de Dios, quién comprende lo que Dios quiere? Los pensamientos de los mortales son mezquinos y nuestros razonamientos son falibles; porque el cuerpo mortal es lastre del alma y la tienda terrestre abruma la mente que medita. Apenas conocemos las cosas terrenas y con trabajo encontramos lo que está a mano: ¿Pues quién rastreará las cosas del cielo, quién conocerá tu designio, si tú no le das sabiduría enviando tu Santo Espíritu desde el cielo? Sólo así fueron rectos los caminos de los terrestres, los hombres aprendieron lo que te agrada; y la sabiduría los salvó.

Salmo 89, 3-6.12-14.17: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Filemón 9b-10.12-17: Yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión. Te lo envío como algo de mis entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar en esta prisión que sufro por el evangelio; Pero no he querido retenerlo sin contar contigo: así me harás este favor no a la fuerza, sino con toda libertad. Quizá se apartó de ti para que le recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú como hombre y como cristiano. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo.

Lucas 14, 25-33: Mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí, no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: “Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar”. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.

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sábado, 3 de septiembre de 2016

3 de Septiembre 2016 –Sábado. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: En este pasaje del Evangelio, Jesús se presenta: Yo soy el Señor, el Señor también del sábado. En otra parte dirá: El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. La centralidad de Él y también la centralidad del cristiano respecto a muchas cosas. Jesús es el centro, es el Señor. Una definición que no entendemos bien, porque no es fácil de entender. Lo cierto es que Jesús es el Señor. En cuanto que es quien tiene el poder, la gloria, quien tiene la victoria. Es el único Señor. Jesús es el centro que nos regenera y nos funda en la fe. En cambio los fariseos ponían en el centro de su religiosidad muchos mandamientos. Y Jesús dice de ellos: imponen cargas en los hombros de la gente.

Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano. Unos fariseos les preguntaron: ¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?. Jesús les replicó: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus compañeros. Y añadió: El Hijo del hombre es señor del sábado.

1Corintios 4, 6b-15; Salmo 144, 17-21 . Lucas 6, 1-5

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viernes, 2 de septiembre de 2016

2 de Septiembre 2016 –Viernes. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: (El novio está con ellos). El corazón de Jesús es un corazón gozoso. Estamos acostumbrados a pensar en Jesús mientras predica, mientras cura, mientras va por la calle hablando a la gente, o cuando sube a la cruz. Pero no estamos muy acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría. Una alegría que derivaba de la intimidad con el Padre. Es precisamente de esta relación con el Padre en el Espíritu Santo de donde nace la alegría interior de Jesús. Esa alegría que Él nos da.

Dijeron a Jesús los fariseos y los escribas: Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber. Jesús les contestó: ¿Queréis que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que se lo lleven, y entonces ayunarán. Y añadió esta parábola: Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino nuevo revienta los odres, se derrama, y los odres se estropean. A vino nuevo, odres nuevos. Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “Está bueno el añejo”.

1Corintios 4, 1-5; Salmo 36, 3-6, 27-28, 39-40 . Lucas 5, 33-39

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jueves, 1 de septiembre de 2016

1 de Septiembre 2016 –Jueves. Leed la Biblia, es la mejor forma de conocer a Dios y al hombre.

Papa Francisco: Jesús, en la barca, pidió a Simón remar mar adentro y echar las redes. Esta petición era una prueba para Simón, porque acababan de regresar después de una noche de pesca fallida. Simón es un hombre práctico y sincero, y dice inmediatamente a Jesús: “Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada”. Con valor sale de sí mismo y elige fiarse de Jesús. Dice: “Bah, está bien: Por tu palabra, echaré las redes”. ¡Atención! No dice: con mis fuerzas, con mis cálculos, con mi experiencia de experto pescador, sino “por tu palabra”, por la palabra de Jesús. Y el resultado es una pesca increíble, las redes se llenaron, en tal medida que casi se rompieron.

La gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de la tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: Rema mar adentro, y echad las redes para pescar. Simón contestó: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes. Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían pescado; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

1Corintios 3, 18-23; Salmo 23, 1-6 . Lucas 5, 1-11