Era una tarde calurosa y tranquila de agosto del 2011, calle Marquez de Villamagna, 8 (Madrid), en una sala de exposiciones de Caja Duero, hemos descubierto que hubo un ángel entre nosotros; un ángel, que ha cogido las palabras de Cristo, incluso de las más comprometedoras y las ha hecho su estandarte (cuando tuve hambre me diste de comer, cuando tuve sed me diste de beber, cuando estuve desnudo me vestiste, cuando estuve en la cárcel me visitaste); un ángel que se ha metido en un cuerpo humano y va derramando amor por donde pasa y llevando un halo de esperanza y de vida a los más necesitados. Tal humanidad estaba empapada de Cristo y vive día a día, minuto a minuto para él. Es el prototipo de persona, con raíces evangélicas, que le gusta modelar a Cristo.
Siente pasión desenfrenada por Cristo; es la fuerza de un amor desbordante y sin límites lo que le empuja a deshacerse, anularse, para hacer o ser lo que Dios espera. Dan su vida ambos en cada momento, atraídos por la belleza, el amor y la sabiduría del Señor. ¿Cómo habrá todavía alguien que duda de su Divinidad? ¿Cómo habrá todavía gente que duda de la Gloria y Majestad de Cristo? ¡Estas dos entidades no dudan nada! Trabajan haciendo el bien, porque es el Bien Supremo lo que irradia el Universo, por el que todo se mueve. Dice Cristo: Niégate a ti mismo, coge tu cruz y sígueme. Cogió su cruz y desprendiéndose de esa carne que a todos nos atenaza lo siguió.
El ángel ha penetrado la tierra, ha visto un desequilibrio, ha visto seres a imagen de Dios que mueren diariamente de hambre en la calle; seres que mueren de frío y enfermedad sin que nadie les asista. Y en ellos está Dios. ¿Cómo es posible que otros seres iguales, que nadan en la abundancia, consientan este abandono y esta terrible injusticia? Se pregunta.
Este ángel que conoce bien a Dios, sabe que él ha puesto en las manos del hombre el ayudar a sus semejantes, compensando las carencias de aquellas zonas improductivas del planeta y aquellas necesidades de consuelo y cariño que sienten los más desvalidos. Y que esa ayuda material debe ser ofrecida con amor, reconociendo en ellos y sobre todo en los pobres la presencia de Dios.
Nunca vi un ángel así. Bueno, ni así ni de otra forma. Pero éste es singular. Lleva a su pupilo por senderos de dolor, de soledad, de hambre, de miseria total. Y después de entrar en este susbmundo donde la nada es lo único que se tiene, es difícil salir de él. Muchos hermosos ojos negros, de mirada a veces suplicante, otras perdida en la desesperanza, siempre llenos de paz, te atrapan. A nosotros, la gran mayoría de cristianos desde Occidente, lo más que hacemos es escandalizarnos, viendo las grandes barreras de incomprensión que permanecen entre culturas y también entre personas; a unos se les puede despertar la generosidad ofreciendo un donativo y otros quedan inmóviles lamentando la situación de desamparo.
Afortunadamente nuestro ángel se ha enternecido e induce a su pupilo a que abrace a esa humanidad silente y le ofrezca pan y cielo (no sólo de pan vive el hombre) y lleve esperanza a donde ya se ha perdido y palabras de consuelo. Las emociones se suceden a cada instante en este caminar y ya no se sabe si el ángel se ha humanizado o si la carne se ha divinizado. La acción y la emoción invaden los entes, que ya no son dos sino uno solo el que obra; y la voluntad de Dios que cuando toca lo transforma todo.
Cuando se confía en el Bien Creador, te haces instrumento y te dejas guiar. Ya no importa tu seguridad, lo que importa es que Dios te utiliza para su obra de perfección, para enderezar lo que se había torcido, para abonar lo que se había esquilmado, para salar lo que se había vuelto soso. Por eso el pueblo de Dios, hoy más grande que nunca, pervive a los envites del mal y a la sinrazón. Siguen habiendo sólidos pilares, sustentados por la mano de Dios, implantados en la roca, que sirven de aviso a personas de tropiezo, y de luz a los que huyen de las tinieblas y de la tormenta, allí no está Dios.
Este cuerpo humano invadido y tomado por el ángel, es uno de esos pilares, es uno de esos faros a los que buscar y asirse, ahí sí está Dios; ahí está la verdadera y práctica forma de amar. Se puede amar en sentimiento y se puede amar dando. Quizá esta última sea la más deseada porque es la que más frutos da y más recibe el que ama dando.
Yo hasta hoy me creía cristiano, hoy ante semejante descubrimiento, sólo me siento aprendiz de cristiano. ¿Cómo será posible que el amor con mayúsculas, entregado por una persona a los más pobres, le imprima a ésta tal autoridad. Debe tener una explicación y yo creo que la imagino: Amar así es como ser un mensajero de Dios. Fidelidad y obediencia total a la Palabra, entendida como mandato.
Dios se dirige a todos, pero sólo unos cuantos quieren vivir para él y no para si mismos. A la gran mayoría se nos pasa el tiempo sin hacer nada provechoso para la humanidad, esperando disponer de tiempo para poder hacerlo. Hemos puesto nuestro tiempo tan caro, que no lo podemos dedicar al prójimo sin ganar nada. El egoísmo y la vida basada en el dinero crea monstruos. Por eso nos cuesta creer en el bien, porque el bien es gratuito y no creemos que nadie dé nada gratuitamente. Lo que digo es cierto. En más de una ocasión he oído decir “que los cristianos son muy egoístas e interesados porque hacen el bien para ganarse el cielo”. A los que nos critican creo que se les olvida el amor. El cristiano ante todo se mueve por amor.
Vuelvo a la persona: me ha superado; me ha empequeñecido; me ha enseñado a ver a Dios más grande. Hoy a dos días del descubrimiento, no se me va del pensamiento ni su imagen, ni su obra. Es absolutamente una persona angelical Me llena de gozo su recuerdo porque me reafirma en mi fe. Porque conociendo Dios a esta persona, es razón para dar por bien creada su criatura predilecta. Este vivo ejemplo de pragmatismo cristiano, sólo puede conducir a la transformación del mundo. Es imposible conocerlo y quedar indiferente. Si la Iglesia creara un departamento de marketing, con dos ejemplos de estos, se convertirían hasta los seguidores de Nitsche.
Creo que ha llegado la hora de desvelar su nombre, aunque creo que para muchos ya no es necesario.
Le pido perdón a Dios porque alguna vez pensé que no la había hecho muy agraciada físicamente pero a partir de ahora pienso que es la mujer más bella del mundo. Salvando las distancias con la Sanísima Virgen María.
Tengo que reconocer que me ha marcado. Es un ejemplo a seguir.
Dijo Jesús: Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto. Y esta mujer ejemplo de obediencia a superiores y fielmente a los mandatos del Señor, si no es lo que Jesús espera de nosotros, la perfección a la que él se refiere, está en camino de serlo.
El ángel era ella y el acierto en la elección de su vida, se debe, a que se ha dejado guiar de manera impetuosa por la Palabra de Dios.
Esta mujer no es ni más ni menos que………. LA SANTA MADRE TERESA DE CALCUTA.
Cristo, despojándose de su rango divino se hizo uno de tantos para traernos la Buena Nueva y dejarse morir para nuestra salvación. La santa madre Teresa de Calcuta, ha llevado a término la Buena Nueva; se ha despojado de su condición humana para ser: HUMILDAD Y CARIDAD con los abandonados de la tierra, los dones más deseados y preciados por nuestro Señor.
Diego Levita
14/8/11