Archivo de mayo de 2011

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 12 de mayo de 2011

12 de Mayo 2011 – Jueves

 

Mundo: Dios quiere que todos se salven, y lleva a Cristo a quien no ponga resistencia: hay quien busca la salvación fuera de Dios.

 

Fe: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

Dijo Jesús a la gente: Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

 

Hch 8, 26-40; Sal 65, 8-9.16-17.20 . Juan 6, 44-51

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 11 de mayo de 2011

11 de Mayo 2011 – Miércoles

 

Mundo: Al que venga a mí no lo echaré afuera: no hay pecado tan grande que no se derrita ante la misericordia de Cristo.

 

Fe: El cristiano ve a Jesús con los ojos de la fe y cree en él. Por eso resucitará y tendrá vida eterna

Dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

 

Hch 8, 1b-8; Sal 65, 1-7 . Juan 6, 35-40

Lectura diaria de la Biblia

martes, 10 de mayo de 2011

10 de Mayo 2011 – Martes

 

Mundo: Hay hambre que sólo Cristo puede saciar: cuando se es consciente de esta hambre y se recurre a él.

 

Fe: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre.

Dijo la gente a Jesús: ¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo”. Jesús les replicó: Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les contestó: Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.

 

Hch 7, 51-8, 1a; Sal 30, 3-8.17.21 . Juan 6, 30-35

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 9 de mayo de 2011

9 de Mayo 2011 – Lunes

 

Mundo: Cristo no aprueba que la gente lo busque para que les de pan: ¿Y qué dirá de los que ni para eso lo buscan?

 

Fe: La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado.

Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago notó que allí no había habido más que una lancha y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas lanchas de Tiberiades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan sobre el que el Señor pronunció la acción de gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: Maestro, ¿Cuándo has venido aquí?. Jesús les contestó: Os lo aseguro, me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios. Ellos le preguntaron: Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?. Respondió Jesús: La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado.

 

Hch 6, 8-15; Sal 118, 23-30 . Juan 6, 22-29

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 8 de mayo de 2011

8 de Mayo 2011 – Domingo

 

Mundo: ¿No era preciso que el Mesías padeciera para entrar en la gloria? El mundo huye del dolor, cuando Cristo lo tiene como necesario.

 

Fe: Los discípulos huyen por debilidad, pero Jesús les sale al encuentro, porque no han perdido la fe.

 

Hch 2, 14.22-33: El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: judíos y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por manos de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice: “Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia”. Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy. Pero era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo; cuando dijo que “no lo entregaría a la muerte y que su carne no conocería la corrupción”, hablaba previendo la resurrección del Mesías. Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos. Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo.   
 

Sal 15, 1-11: Señor, me enseñarás el sendero de la vida.

                                            

1P 1, 17-21: Si llamáis Padre al que juzga a cada uno, según sus obras, sin parcialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida. Ya sabéis con que os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con vienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.  

 

Lucas 24, 13-35: Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?. Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?. Él les preguntó: ¿Qué?. Ellos le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro libertador de Israel. Y ya ves, hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no le vieron. Entonces Jesús les dijo: ¡Qué necios y torpes sois para no creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?. Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante, pero ellos le apremiaron diciendo: Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y no explicaba las Escrituras?.Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que andaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y como lo habían reconocido al partir el pan.        

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 6 de mayo de 2011

7 de Mayo 2011 – Sábado

 

Mundo: No hay vida humana sin problemas: noches, huracanes, depresiones. ¡Cristo puede ser la respuesta!

 

Fe: Jesús está siempre atento a nuestra vida, y acude a nuestra ayuda: Soy yo, no temáis.

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: Soy yo, no temáis. Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra enseguida, en el sitio a donde iban.

 

Hch 6, 1-7; Sal 32, 1-5.18-19 . Juan 6, 16-21

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 6 de mayo de 2011

6 de Mayo 2011 – Viernes

 

Mundo: Todos los hombres están llamados al banquete de la vida preparado por Cristo, pero muchos no se dan por enterados.

 

Fe: El amor de Jesús llega al hombre completo: alimento espiritual con su palabra de Vida, y alimento corporal con el pan.

Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberiades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: ¿Con qué compraremos panes para que coman estos?. Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo. Uno de los discípulos, Andres, el hermano de Simón Pedro, le dice: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?. Jesús dijo: Decid a la gente que se siente en el suelo. Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; Sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y lo repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se  saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie. Lo recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: Este si que es el profeta que tenía que venir al mundo. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo.

 

Hch 5, 34-42; Sal 26, 1-4.13-14 . Juan 6, 1-15

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 5 de mayo de 2011

5 de Mayo 2011 – Jueves

 

Mundo: El que no cree en el Hijo no verá la vida: si al menos quisieran pedirle la fe…

 

Fe: El que cree en el Hijo posee la vida eterna: la fe en Jesús nos salva.

Dijo Jesús a Nicodemo: El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios. El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

 

Hch 5, 27-33; Sal 33, 2.9.17-20 . Juan 3, 31-36

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 4 de mayo de 2011

4 de Mayo 2011 – Miércoles

 

Mundo: Dice Cristo: La luz vino al mundo y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz. Están a tiempo de cambiar de preferencias.

 

Fe: El que realiza la verdad se acerca a la luz: eso quieren los discípulos de Jesús.

Dijo Jesús a Nicodemo: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.

 

Hch 5, 17-26; Sal 33, 2-9 . Juan 3, 16-21

Lectura diaria de la Biblia

martes, 3 de mayo de 2011

3 de Mayo 2011 – Martes

 

Mundo: ¡Si supieran lo que pierden quienes que no conocen a Cristo, o han perdido su amistad! Pero nunca es demasiado tarde.

 

Fe: Toda la vida es corta para llegar a conocer bien a Jesús y al Padre que nos lo ha enviado como camino, verdad y vida.

Dijo Jesús a Tomás: Yo soy el camino, y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre: Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto. Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos vasta. Jesús le replica: Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí también él hará las obras que yo hago y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

 

1Co 15, 1-8; Sal 18, 2-5 . Juan 14, 6-14