Archivo de noviembre de 2010

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 20 de noviembre de 2010

20 de Noviembre 2010 – Sábado

 

Mundo: Está claro que el matrimonio es de hombre y mujer: esto, que hasta los saduceos defendían, hoy lo niega parte de nuestro mundo.

 

Fe: El Dios que da la fe y el amor a los cristianos no es Dios de muertos, sino de vivos.

 

Se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete murieron sin dejar hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete han estado casados con ella. Jesús les contestó: En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos. Intervinieron unos escribas: Bien dicho, Maestro. Y no se atrevían a hacerle más preguntas.

Ap  11, 4-12; Sal 143, 1-2.9-10 . Lucas 20, 27-40

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 19 de noviembre de 2010

19 de Noviembre 2010 – Viernes

 

Mundo: Los sumos sacerdotes, los escribas y los poderosos intentaban quitar a Cristo de en medio: ¿no quieren eso hoy los enemigos de Dios y de la iglesia?

 

Fe: Los discípulos de Jesús saben que la casa de Dios es casa de oración, y, como el pueblo sencillo, están pendientes de los labios de Jesús.

 

Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: Escrito está “Mi casa es casa de oración”; pero vosotros la habéis convertido en una “cueva de bandidos”. Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.

Ap  10, 8-11; Sal 118, 14.24.72.103.111.131 . Lucas 19, 45-48

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jueves, 18 de noviembre de 2010

18 de Noviembre 2010 – Jueves

 

Mundo: Los mundanos, que viven de espaldas a Dios, no conocen el momento de la venida de Cristo.

 

Fe: El cristiano, preparado para la venida del Señor, ora a Dios por los del mundo, para que no les ocurra lo de Jerusalén: No dejarán piedra sobre piedra.

 

Al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: ¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrastrarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida.

Ap  5, 1-10; Sal 149, 1-6.9 . Lucas 19, 41-44

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 17 de noviembre de 2010

17 de Noviembre 2010 – Miércoles

 

Mundo: La misericordia de Dios impedirá que se cumpla el final de la parábola: A esos enemigos míos, que no me han querido por rey, traedlos acá y degolladlos…

 

Fe: El cristiano espera que Jesús le diga el día del juicio: Muy bien, eres un empleado cumplidor.

 

Dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo”. Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: “No queremos que él sea nuestro rey”. Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu onza ha producido diez”. Él le contestó: “Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades”. El segundo llegó y dijo: “Tu onza, Señor, ha producido cinco”. A ése le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”. El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras”. Él le contestó: “Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Con que sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses?. Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a este la onza y dádsela al que tiene diez”. Le replicaron: “Señor, si ya tiene diez onzas”. Os digo: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”. Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia. Dicho esto echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

Ap  4, 1-11; Sal 150, 1-5 . Lucas 19, 11-28

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martes, 16 de noviembre de 2010

16 de Noviembre 2010 – Martes

 

Mundo: Hay pecadores y alejados que tienen una curiosidad: ver a Jesús. Quien quiere ver a Jesús, aunque no tenga fe, la recibirá.

 

Fe: Hoy tengo que alojarme en tu casa: también éste es hijo de Abrahán.

 

Entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quien era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: Zaqueo, baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se lo doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más. Jesús le contestó: hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Ap  3, 1-6.14-22; Sal 14, 2-5 . Lucas 19, 1-10

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lunes, 15 de noviembre de 2010

15 de Noviembre 2010 – Lunes

 

Mundo: No hay peor ciego que el que no quiere ver. Si los alejados pidieran a Cristo la fe, verían que hay Dios Padre.

 

Fe: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí. El ciego lo pide con fe, aunque le regañen. Tu fe te ha curado.

 

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: Pasa Jesús Nazareno. Entonces gritó: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!. Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: ¡Hijo de David, ten compasión de mí!. Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le pregunto: ¿Qué quieres que haga por ti? Él dijo: Señor, que vea otra vez. Jesús le contestó: Recobra la vista, tu fe te ha curado. Enseguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Ap  1, 1-4; 2, 1-5a; Sal 1, 1-6 . Lucas 18, 35-43

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domingo, 14 de noviembre de 2010

14 de Noviembre 2010 – Domingo

 

Mundo: Cristo prevé que habrá falsos maestros: Muchos vendrán usando mi nombre, os echarán mano, os perseguirán… ¡Nada nuevo bajo el sol!

 

Fe: Todos os odiarán por mi causa.

 

Ml 3, 19-20a: Mirad que llega el día ardiente como un horno: malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir -dice el Señor de los Ejércitos-, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud el las alas.

 

Sal 97, 5-9: El Señor llega para regir los pueblos con justicia.

                                            

2Ts 3, 7-12: Ya sabéis como tenéis que imitar mi ejemplo: No viví entre vosotros sin trabajar, nadie me dio de balde el pan que comí, sino que trabajé y me cansé día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviera derecho para hacerlo, pero quise daros un ejemplo que imitar. Cuando viví con vosotros os lo dije: el que no trabaja, que no coma. Porque me he enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a esos les digo y les recomiendo, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.

 

Lucas 21, 5-19: Algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: Esto que contempláis, llegará un día en que no se quedará piedra sobre piedra: todo será destruido. Ellos le preguntaron: Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cual será la señal de que todo eso está para suceder?. Él contestó: Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: “Yo soy” o bien  “el momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida. Luego les dijo: Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

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sábado, 13 de noviembre de 2010

13 de Noviembre 2010 – Sábado

 

Mundo: Cristo describe al descreído: Ni temo a Dios ni me importan los hombres. ¿Eso es vida?

 

Fe: Jesús enseña a sus discípulos que tienen que orar sin desanimarse: la oración todo lo alcanza.

 

Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara”. Y el Señor añadió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o le dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?.

3jn  5-8; Sal 111, 1-6 . Lucas 18, 1-8

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viernes, 12 de noviembre de 2010

12 de Noviembre 2010 – Viernes

 

Mundo: En tiempos de Lot, se vivía sólo para sus cosas mundanas: entonces llovió fuego y azufre y acabó con todo. Puede repetirse mañana mismo.

 

Fe: El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabo con todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará. Os digo esto: aquella noche estarán dos en una cama: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán. Ellos le preguntaron: ¿Dónde, Señor?. Él contestó: donde se reúnen los buitres, allí está el cuerpo.

2jn  4-9; Sal 118, 1-2.10-11.17-18 . Lucas 17, 26-37

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jueves, 11 de noviembre de 2010

11 de Noviembre 2010 – Jueves

 

Mundo: Antes del fin del mundo, Cristo tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación. ¡Pero ay del que lo repruebe!

 

Fe: Mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros.

 

A unos fariseos que le preguntan cuando iba a llegar el reino de Dios, Jesús les contestó: El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros. Dijo a sus discípulos: Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación

Flm  7-20; Sal 145, 7-10 . Lucas 17, 20-25