Archivo de junio de 2010

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 21 de junio de 2010

22 de Junio 2010 – Martes

 

Mundo: ¡Qué estrecha es la puerta y que angosto es el camino que lleva a la vida! Por eso hay tantos que no aciertan a entrar.

 

Fe: Tratad a los demás como queréis que os traten; en esto consiste la Ley, los Profetas y el Evangelio.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearan y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.

 

2R 19, 9b-11.14-21.31-35a.36; Sal 47, 2-4.10-11 . Mateo 7, 6.12-14 

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 20 de junio de 2010

21 de Junio 2010 – Lunes

 

Mundo: El juicio y la medida que usen la usarán con ellos. ¿Como enjuician a Cristo y a su iglesia?

 

Fe: Llamada a la misericordia y a la comprensión: Sácate primero la viga del ojo.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame que te saque la mota del ojo”. Teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; Sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.

 

2R 17, 5-8.13-15a.18; Sal 59, 3-5.12-13 . Mateo 7, 1-5 

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 20 de junio de 2010

20 de Junio 2010 – Domingo

 

Mundo: Cristo no obliga a nadie a ser su discípulo, pero a todos invita: Quién quiera seguirme, que cargue con su cruz y se venga conmigo.

 

Fe: Para el cristiano, Cristo es el Hijo de Dios, el Mesías Salvador: perder la vida por su causa es salvarse.

 

Za 12, 10-11.13, 1: Así dice el Señor: Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y llorarán como se llora al primogénito. Aquel día, será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad-Rimón en el valle de Meguido. Aquel día, se alumbrará un manantial, a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén, contra pecado e impurezas.

 

Sal 62, 2-9: Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

 

Ga 3, 26-29: Todos sois hijos de Dios por la fe en cristo Jesús. Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús. Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la promesa.

 

Lucas 9, 18-24: Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Él les preguntó: Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: El Mesías de Dios. Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. Y, dirigiéndose a todos, dijo: El que quiera seguirme, que se niegue así mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 19 de junio de 2010

19 de Junio 2010 – Sábado

 

Mundo: No hay ateos absolutos: cuando no se acepta al único Dios, se adora a otros falsos dioses, como el dinero.

 

Fe: No podemos servir a Dios y al dinero: servir a Dios es vivir en libertad; servir al dinero es esclavitud.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando que vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos como crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así,  ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando que vais a comer,  o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.

 

2Cro 24, 17-25; Sal 88, 4-5.29-34 . Mateo 6, 24-34

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jueves, 17 de junio de 2010

18 de Junio 2010 – Viernes

 

Mundo: Quienes no tienen más luces que las humanas, caminan en la oscuridad hacia la nada. ¡Qué pena!

 

Fe: ¿Dónde está tu tesoro? Pues allí tienes tu corazón. Que tu tesoro sea Dios, no el dinero.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!

 

2R 11, 1-4.9-18.20; Sal 131, 11-14.17-18 . Mateo 6, 19-23 

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miércoles, 16 de junio de 2010

17 de Junio 2010 – Jueves

 

Mundo: En el plano espiritual se puede elegir vivir siempre huérfanos, cuando se rechaza al Padre Dios.

 

Fe: Padre, hágase tu voluntad, venga tu reino, perdónanos… la única condición: que también nosotros perdonemos a los que nos ofenden.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros rezad así: “Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del maligno”. Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.

 

Si 48, 1-15; Sal 96, 1-7 . Mateo 6, 7-15 

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martes, 15 de junio de 2010

16 de Junio 2010 – Miércoles

 

Mundo: Si no se cree en Dios, lo único que interesa es el aplauso de los hombres.

 

Fe: La única opinión que debe importarnos es la de Dios, que ve lo oculto y recompensa el bien que hagamos.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en la sinagoga y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas, que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.  

 

2R 2, 1.6-14; Sal 30, 20-21.24 . Mateo 6, 1-6.16-18

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lunes, 14 de junio de 2010

15 de Junio 2010 – Martes

 

Mundo: Amar a los amigos, odiar a los enemigos: lo hacen hasta los que no tienen a Dios en su vida.

 

Fe: Amar al enemigo y rezar por los que nos persiguen es el camino de la perfección, iniciado por Jesús en la cruz, seguido por San Esteban…

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.

 

1R 21, 17-29; Sal 50, 3-6.11.16 . Mateo 5, 43-48 

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 14 de junio de 2010

14 de Junio 2010 – Lunes

 

Mundo: Los del mundo se aferran al “ojo por ojo y diente por diente”. Las voces misericordia y perdón no están en su diccionario.

 

Fe: Devolver bien por mal, no hacer frente al que te agravia, es propio del cristiano, con la ayuda de Dios.

 

Dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente. Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; Al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehuyas.

 

1R 21, 1-16; Sal 5, 2-7 . Mateo 5, 38-42 

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domingo, 13 de junio de 2010

13 de Junio 2010 – Domingo

 

Mundo: Cristo no se avergüenza de entrar en casa de los fariseos, ni de que le toque una pecadora.

 

Fe: Jesús perdona los pecados a quien tiene fe, pero añade: Vete y no peques más..

 

2S 12, 7-10.13: Dijo Natán a David: Así dice el señor Dios de Israel: Yo te ungí rey de Israel, te libré de las manos de Saul, te entregué a la casa de tu señor, puse sus mujeres en tus brazos, te entregué la casa de Israel y la de Judá, y por si fuera poco pienso darte otro tanto. ¿Por qué has despreciado tú la palabra del Señor, haciendo lo que a él le parece mal? Mataste a espada a Urías el hitita y te quedaste con su mujer. Pues, bien, la espada no se apartará nunca de tu casa; por haberme despreciado, quedándote con la mujer de Urías. David respondió a Natán: He pecado contra el Señor. Y Natán le dijo: Pues el Señor perdona tu pecado. No morirás.

 

Sal 31, 1-2.5.7.11: Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.

 

Ga 2, 16.19-21: Sabemos que el hombre no se justifica por cumplir la ley, sino por creer en Cristo Jesús. Por eso hemos creído en Cristo Jesús para ser justificados por la fe de Cristo y no por cumplir la ley. Porque el hombre no se justifica por cumplir la ley. Para la ley yo estoy muerto, porque la ley me ha dado muerte; pero así vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo: Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí. Yo no anulo la gracia de Dios. Pero si la justificación fuera efecto de la ley, la muerte de Cristo sería inútil.

 

Lucas 7, 36-8,3: Un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él. Jesús, entrando en casa del fariseo se recostó a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume, y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado, se dijo: Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer que lo está tocando y lo que es: una pecadora. Jesús tomó la palabra y le dijo: Simón, tengo algo que decirte. Él respondió: Dímelo, Maestro. Jesús le dijo: Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?. Simón contestó: Supongo que aquel a quién le perdonó más. Jesús le dijo: Has juzgado rectamente. Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por esto te digo, sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor: pero al que poco se le perdona, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados están perdonados. Los demás convidados empezaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?. Pero Jesús dijo a la mujer: tu fe te ha salvado, vete en paz. Después de esto iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.