Archivo de abril de 2010

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 12 de abril de 2010

12 de Abril 2010 – Lunes

 

Mundo: Si al menos tuvieran los agnósticos, ateos y alejados la curiosidad de Nicodemo.

 

Fe: El cristiano, nacido en el bautismo para la vida eterna del agua y del espíritu, es hijo de Dios.

 

Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Éste fue a ver a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios como Maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él. Jesús le contestó: Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le pregunta: ¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?. Jesús le contestó: Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene y a dónde va. Así es todo el que ha nacido del espíritu.

 

Hch 4, 23-31; Sal 2, 1-9 . Juan 3, 1-8

La Jira

domingo, 11 de abril de 2010


  

Plaza del Ayuntamiento de Campanario: lunes de Pascua
 

Día grande para Campanario en el que la idea de competir, participar y compartir empuja en un derroche de imaginación. Niñas, jóvenes y adultos, se entregan desde hace meses a diseñar y crear carrozas, engalanadas exteriormente con flores de papel, para llenar de atractivo y desbordante creatividad el desfile. Estas carrozas pueden ser representativas de cualquier cosa: un caballo, un parchís, una carroza real inglesa, etc.

 

Los caballistas juegan este día un papel no menos importante, aunque el objetivo final siempre es pasar un buen día en los Barrancos, con visita obligada a la Virgen de Piedra Escrita, entronada en su Ermita y coronada Patrona de la Serena.

 

Todos los años acude gente a tutiplén, pero este año se han superado todas las previsiones. Había más coches que moscas en las orillas de Arroyo Cestero.

 

El solo hecho de desfilar un caballo y su jinete llena de admiración, si además nos regalan una exhibición de adiestramiento, la emoción está servida; el paso español, el passat, el baile, el ponerse de manos, y los consiguientes saltos, son artes bien aprendidas por un sin número de caballos. En resumen: el desfile de carrozas, caballos, coches de caballos, carritos tirados por ponis, carros tirados por mulos, remolques engalanados y pequeños camiones cargados de jóvenes, fueron dos horas de expectación y de emoción contenida. El público concurrente lo abarrotaba todo y premiaba con sus aplausos el esfuerzo de los participantes. Tenemos que decir en honor a la verdad, que los diferentes tipos de música, elegidos por la corporación municipal, según que carroza o caballos pasaban ante el Ayuntamiento, no puede ser más acertado. Yo creo que han bailado hasta los caballos que no habían sido adiestrados para el ejercicio en cuestión.

 

Y ya en el entorno de la Ermita cada toldo o tienda agrupa a varias familias y en su conjunto forman un universo de historias, cantes, chistes y anécdotas; nosotros vivimos una pasada la hora de comer. Oímos a unos hombres que decían al pasar por la tienda: Virgen Santísima de Piedra Escrita, que en nuestro pecho tienes tu altar, como consientes con tanta gente, que nos vayamos sin merendar. Ante tamaña exclamación no tuvimos por menos que ofrecerles algo de comer.

Luego nos enteramos que no corrieron la misma suerte un grupo de chavales que por no tener el mismo atrevimiento e ingenio que los adultos y viendo que el hambre arreciaba, a las seis de la tarde decidieron volver a casa. Y como sería el hambre de estos tímidos chavales, que al pasar por la huerta de D. Mariano y ver el atrayente color amarillo de los higos chumbos se les hicieron los ojos chirivitas y unos de ellos dijo: los primeros diez Kg. sin pelar; hoy cinco días después se están quitando las espinas de la lengua y del cielo la boca.

 

Y volviendo a las tiendas familiares, una de las que se llevaron la palma fue la Peña Flamenca, tenía su enclave pasando el arroyo Cestero, donde la carretera jira a la izquierda, a 150 m., y a 40 de la carretera, a la izquierda; ahí estaba la tienda con la bandera extremeña ondeante.

Tuvimos cante flamenco y guitarra sin descanso; de todos es conocido que Campanario es terreno abonado donde se cultiva buen cante, siempre bajo la crítica especializada de personalidades doctos en esta rama del saber. A lo largo del día, por esta caseta, pasan destacadas voces, que son acompañadas a la guitarra por el joven e insigne maestro Pedro Miguel.

El rasgueo, el vino de pitarra y el pata negra, no faltaron, y como digo, esas voces desgarradas del flamenco y esos acordes magistrales de guitarra, nos hicieron pasar un día memorable.

 

La carroza agasajada con el primer premio fue el Caballo Español.

 

El alto grado de civismo, como siempre, es lo más destacado, aunque hemos de resaltar que este año han ardido dos ó tres carrozas; no se si de manera fortuita o intencionada. Un garbanzo negro en el costal confirma que la mayoría son blancos.

 

Diego Caballero

“Levita”

     

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 11 de abril de 2010

11 de Abril 2010 – Domingo

 

Mundo: Tomás, el incrédulo, tiene mucho que decir a quienes niegan que Cristo existe y está vivo.

 

Fe: Dichosos los cristianos que creemos sin haber visto: tenemos vida en el nombre de Jesús.

 

DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA

 

Hch 5, 12-16: Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían en común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que al pasar Pedro, su sombra cayera por lo menos sobre alguno. Mucha gente de los alrededores acudían a Jerusalén llevando enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban.

 

Sal 117, 2-4.22-27: Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

 

Ap 1, 9-11a. 12-13.17-19: Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra de Dios y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éstasis y oí a mis espaldas una voz potente, como una trompeta que decía: Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete iglesias de Asia. Me volví a ver quien me hablaba, y al volverme, vi siete lámparas de oro, y en medio de ellas una figura humana, vestida de larga túnica con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verla, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo: No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto, y ya ves, vivo por los siglos de los siglos; y tengo las llaves de la muerte y del infierno. Escribe, pues lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.

 

Juan 20, 19-31: Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Tomás, uno de los doce, llamado el mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo sino creyente. Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío!. Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto. Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.  

Lectura diaria de la Biblia

sábado, 10 de abril de 2010

10 de Abril 2010 – Sábado

 

Mundo: Antes que los agnósticos negaran la resurrección de Jesús, la habían negado los apóstoles, que serían enviados a anunciarla al mundo.

 

Fe: La incredulidad y dureza de corazón de los apóstoles reafirma nuestra fe en el Resucitado.

 

Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando. Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación.

 

Hch 4, 13-21; Sal 117, 1.14-21 . Marcos 16, 9-15

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 9 de abril de 2010

9 de Abril 2010 – Viernes

 

Mundo: Las cualidades humanas de los sin Dios se multiplicarían si tuvieran a Cristo, como los apóstoles.

 

Fe: Es maravillosa la actitud cercana y humana del resucitado: multiplica la pesca, enciende el fuego, come con los apóstoles…

 

Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: Me voy a pescar. Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado?. Ellos contestaron: No. Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: Es el Señor. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de la tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: Vamos, almorzad. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quien era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.  

 

Hch 4, 1-12; Sal 117, 1-4.22-27 . Juan 21, 1-14

Lectura diaria de las Escrituras

jueves, 8 de abril de 2010

8 de Abril 2010 – Jueves

 

Mundo: No entienden que para gozar es preciso sufrir, y para resucitar hay que pasar por la muerte.

 

Fe: Verdaderamente resucitó Jesús: él mismo lo demuestra corporalmente.

 

Contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y como habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: Paz a vosotros. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo de comer?. Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: Que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las escrituras. Y añadió: Así estaba escrito: El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.

 

Hch 3, 11-26; Sal 8, 2-9 . Lucas 24, 35-48

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 7 de abril de 2010

7 de Abril 2010 – Miércoles

Mundo: Aunque huyan de Cristo, el Señor sale al encuentro de los alejados. ¿Aún así lo rechazan?

Fe: ¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba el Señor? Lo reconocieron al partir el pan.

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?. Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabe lo que ha pasado allí estos días?. Él les preguntó: ¿Qué?. Ellos le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro libertador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto: Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron. Entonces Jesús les dijo: ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?. Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante pero ellos le apremiaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?. Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once con sus compañeros, que estaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y como lo habían reconocido al partir el pan.

 

Hch 3, 1-10; Sal 104, 1-9 . Lucas 24, 13-35

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 4 de abril de 2010

6 de Abril 2010 – Martes

 

Mundo: No puede ver a Cristo, porque sus ojos están siempre mirando hacia otra parte. Dios no cuenta para el mundo.

 

Fe: Al Resucitado se le conoce cuando se le ve y, sobre todo, cuando le oímos que nos llama por nuestro nombre.

 

Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntaban: Mujer, ¿Por qué lloras?. Ella les contesta: Porque se han llevado a mi Señor y no se donde lo han puesto. Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pié, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime donde lo has puesto y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María! Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni! Que significa ¡Maestro!. Jesús le dice: suéltame que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y al Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”. María Magdalena fue y anunció a los discípulos: He visto al Señor y ha dicho esto.

 

Hch 2, 36-41; Sal 32, 4-5.18-22 . Juan 20, 11-18

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 4 de abril de 2010

5 de Abril 2010 – Lunes

 

Mundo: Hubo y hay empeñados en negar que Cristo es el Señor de la vida, el resucitado.

 

Fe: Si no hubiera resucitado Cristo, nuestra fe carecería de fundamento. ¡Ha resucitado, Aleluya!

 

Las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesus les salió al encuentro y les dijo: Alegraos. Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán. Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron  a los soldados una fuerte suma, encargándoles: Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os secaremos de apuros. Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

 

Hch 2, 14.22-33; Sal 15, 1-2.5-11 . Mateo 28, 8-15

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 4 de abril de 2010

4 de Abril 2010 – Domingo

 

Mundo: ¿Por qué seguís buscando entre los muertos al que vive? ¡Resucitó!

 

Fe: Cristo Jesús, triunfador de la muerte, HA RESUCITADO: nuestra vida está con él en Dios.

 

DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECIÓN DEL SEÑOR

 

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA

 

Gn 1, 1-2, 2: Vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno.

Gn 22, 1-18: El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.

Ex 14, 15-15, 1: Los israelitas pasaron el mar a pie enjuto.

Is 54, 5-14: Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor.

Is 55, 1-11: Venid a mí: sellaré con vosotros una alianza perpetua.

Ba 3, 9-15.32-4, 4: Camina a la claridad del resplandor del Señor

Ez 36, 16-28: Derramaré un agua pura, os daré un corazón nuevo.

Rm 6, 3-11: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya. Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores y nosotros libres de la esclavitud del pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado. Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

 

Sal 117, 1-2.16-17.22-23: Aleluya, Aleluya, Aleluya.

 

Lucas 24, 1-12: El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro y entrando no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. HA RESUCITADO. Acordaos de lo que os dijo estando todavía en Galilea “El Hijos del hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado y al tercer día resucitar”. Recordaron sus palabras, volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los once y a los demás. María Magdalena, Juana y María la de Santiago, y sus compañeras contaban esto a los apóstoles. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron. Pedro se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose vio solo las vendas por el suelo. Y se volvió admirándose de lo sucedido.

 

MISA DEL DÍA DE PASCUA

 

Hch 10, 34a. 37-43: Pedro tomó la palabra y dijo: Vosotros conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de la resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben por su nombre el perdón de los pecados.

 

Sal 117, 1-2.16-17.22-23: Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.  

 

Col 3, 1-4: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis juntamente con él, en gloria.

 

Juan 20, 1-9: El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aun estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos donde lo han puesto. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro, se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.