Archivo de diciembre de 2009

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 10 de diciembre de 2009

12 de Diciembre  2009 – Sábado

 

Mateo  17,10-13

Al bajar del monte le preguntaron a Jesús sus discípulos: ¿Porqué dicen los letrados que primero tiene que venir Elías?. Él les contestó: Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos. Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan, el Bautista.  

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 10 de diciembre de 2009

11 de Diciembre  2009 – Viernes

 

Mateo  11,16-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: ¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza que gritan a otros: “Hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado”. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 10 de diciembre de 2009

10 de Diciembre  2009 – Jueves

 

Mateo  11,11-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos hace fuerza y los esforzados se apoderan de él. Los profetas y la ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. El que tenga oídos que escuche.  

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 9 de diciembre de 2009

9 de Diciembre  2009 – Miércoles

 

Mateo  11,28-30

En aquel tiempo, tomó Jesús la palabra y dijo: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

Devolvamos los crucifijos a los lugares de donde nunca debimos quitarlos

miércoles, 9 de diciembre de 2009

No debemos aceptar que se nos imponga retirar los crucifijos de los lugares donde antes hubieran estado. 

Si eso lo piden personas para los que la cruz o crucifijo no tienen sentido, o no representa nada, que se interesen en conocer la historia y descubran lo que representa para España la era cristiana, que parte desde la muerte de Cristo en la misma cruz; Cristo que sentía predilección por los pobres (como personas más necesitadas de ayuda) pobres insensatos y desagradecidos que siguen dándole la espalda hoy dos mil años después. 

Cuando se enterarán que Cristo ha muerto por ellos, que los perdona en su ignorancia, pero que pide, qué menos que un reconocimiento a su persona, que viene a traer esperanza a los desheredados de la tierra, ofreciéndoles por toda la eternidad aquellas cosas de las que sufrieron su carencia en la tierra, por la insolidaridad de los que nadan en la abundancia y por la indiferencia de otros. Ese es Cristo al que pretenden destronar bajándole de las alturas, con la malsana intención de someterle al olvido más inhumano, a la más absoluta negación. 

Es bueno que sepan estos, que tanto aborrecen los símbolos cristianos, que con su aptitud aborrecen al hermano bueno y santo que les ama y desea lo mejor para ellos. Aborreciendo al símbolo que los cristianos presentan en la cruz donde fue asesinado, aborrecen un símbolo de paz, de hermanamiento, de amor, de entrega. Ese símbolo representa la luz y la luz no se puede esconder, ese símbolo representa verdad y la verdad siempre prevalece sobre la mentira. Ese símbolo reprenda poder sobre la muerte, vida espiritual, vida eterna. Contra esto no se puede luchar, el que lucha contra esto su misma conciencia le puede atormentar, haciéndole ver su error. 

Jesucristo moría en deseos de que le creyeran; en más de una ocasión dijo: Si no me creéis a mi creed al menos al Padre; no os digo esto por mi voluntad sino por voluntad de mi Padre. Creed que yo soy el Hijo de Dios y he sido enviado en carne y hueso para deciros lo que mi Padre Dios no puede deciros. Sí quiere que yo os diga: que en la tierra podéis vivir como en un infierno, o podéis vivir como en un paraíso. Qué mi Padre os quiere, que mi Padre quiere daros mucho. Pero, que mi Padre no va a aceptar que le estropeéis su plan, su creación, y en justicia pagará a cada uno según su conciencia, según sus actos, según su amor hacia los demás. Y una cosa muy importante: casi todo se perdonará en la tierra. Pero cuidado con la ofensa al Espíritu Santo y cuidado con la negación de Cristo. No sabemos la trascendencia de estas palabras, pero es un hecho. Dice Cristo: El que me niegue en la tierra el Hijo del hombre le negará ante el Padre el último día. 

Casi todo el universo se mueve bajo una fuerza inteligente e invisible. Solamente el hombre con su tozudez se niega a reconocer la existencia de Dios, la evidente doble naturaleza de Cristo: Humana y Divina y la necesidad que tiene el mundo de amor y solidaridad. Para los cristianos la cruz es nuestra bandera, es nuestro guía, es nuestro referente. El hombre que no sabe de donde viene y hacia donde va, está perdido. 

No despertemos la ira de Dios, porque aunque el hombre no le obedezca, la naturaleza si le obedece y nos hace ver nuestra debilidad a la mínima que esta se altera. 

No seamos frívolos y no tendremos que lamentarlo. Con las cosas de Dios no se juega. 

Una forma de contrarrestar esta falta de cruces en los colegios y lugares públicos, sería que todos los católicos pusiéramos a la entrada de nuestra casa una cruz manifestando con ello nuestra adhesión inquebrantable a Cristo. 

Filipenses 2,8 

Cristo se humilló a Si mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual también Dios le ensalzó, y le dio nombre superior a todo nombre: al fin de que al nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno, y toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre. 

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Lectura diaria de la Biblia

martes, 8 de diciembre de 2009

8 de Diciembre  2009 – Martes

Lucas  1,26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una Virgen, desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la Virgen se llamaba María. El ángel entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. Y María le dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco barón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel.  

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martes, 8 de diciembre de 2009

7 de Diciembre  2009 – Lunes

 

Lucas  5,17-26

Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: hombre, tus pecados están perdonados. Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: ¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?. Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: ¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir “tus pecados quedan perdonados”, o decir “levántate y anda”? Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa. Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: Hoy hemos visto cosas admirables.

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martes, 8 de diciembre de 2009

6 de Diciembre 2009 – Domingo

 

Baru 5,1-9

Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: Paz en la justicia y gloria en la piedad. Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios. A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real. Dios ha mandado a bajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios. Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel. Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.

 Salmo 125 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Filipenses 1,4-6.8-11

Hermanos: Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del evangelio, desde el primer día hasta hoy. Esta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús. Testigo me es Dios de lo que entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús. Y ésta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús,  a gloria y alabanza de Dios.

Lucas 3,1-6

En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Avilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.

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martes, 8 de diciembre de 2009

5 de Diciembre  2009 – Sábado

 

Mateo  9,35-10,1.6-8

En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos, rogad pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies. Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. A estos doce los envió con estas instrucciones: No vayáis a tierra de paganos, no entréis en la de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido: dad gratis.