Archivo de agosto de 2009

Lectura diaria de la Biblia

viernes, 14 de agosto de 2009

12 de Agosto 2009 – Miércoles

 

Mateo 18,15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os eseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 9 de agosto de 2009

11 de Agosto 2009 – Martes

 

Mateo 18,1-5.10.12-14

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?. El llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Os seguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial ¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 9 de agosto de 2009

10 de Agosto 2009 – Lunes

 

Juan 12,24-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama así mismo se pierde, y el que se aborrece así mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde este yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.

Lectura diaria de la Biblia

domingo, 9 de agosto de 2009

9 de Agosto 2009 – Domingo

1Reyes 19,4-8

En aquellos días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y, al final, se sentó bajo una retama y se deseó la muerte: ¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!. Se echó bajo la retama y se durmió. De pronto un ángel le tocó y le dijo: ¡Levántate, come! Miró Elías, y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo: Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas. Elías se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.  

  Salmo 33 Gustad y ved que bueno es el Señor.

Efesios 4,17-30-5,2

Hermanos: No pongáis triste al Espíritu Santo de Dios con que él os ha marcado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonaos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por vosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.

Juan 6,41-51

En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: Yo soy el pan bajado del cielo. Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo? Jesús tomó la palabra y les dijo: No critiquéis. Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: El que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 6 de agosto de 2009

8 de Agosto 2009 – Sábado

 

Mateo 17,14-19

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: Señor, ten compasión de mi hijo que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo. Jesús contestó: ¡Generación perversa e infiel! ¿Hasta cuando tendré que estar con vosotros? ¿Hasta cuando os tendré que soportar? Traédmelo. Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte ¿Y porqué no pudimos echarle nosotros?. Les contestó: Por vuestra poca fe. Os aseguro que, si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada os sería imposible.

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 6 de agosto de 2009

7 de Agosto 2009 – Viernes

 

Mateo 16,24-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue así mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.

Lectura diaria de la Biblia

jueves, 6 de agosto de 2009

6 de Agosto 2009 – Jueves

 

Marcos 9,2-10

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: Maestro, ¡que bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: Este es mi Hijo amado; escuchadlo. De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos. Esto se les quedó grabado, y discutían que querría decir aquello de resucitar de entre los muertos.

Lectura diaria de la Biblia

miércoles, 5 de agosto de 2009

5 de Agosto 2009 – Miércoles

 

Mateo 15,21-28

En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo. Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: Atiéndela, que viene detrás gritando. Él le contestó: Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel. Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas: Señor, socórreme. Él le contestó: No está bien echar a los perros el pan de los hijos. Pero ella repuso: Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos. Jesús le respondió: Mujer, que grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas. En aquel momento quedó curada su hija. 

Lectura diaria de la Biblia

martes, 4 de agosto de 2009

4 de Agosto 2009 – Martes

 

Mateo 14,22-36

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida. ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?. En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: Realmente eres hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto, y cuantos la tocaron quedaron curados.   

Lectura diaria de la Biblia

lunes, 3 de agosto de 2009

3 de Agosto 2009 – Lunes

 

Mateo 14,13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer. Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer. Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces. Les dijo: Traédmelos. Mandó a la gente que se recostara en la hierba, y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres sin contar mujeres y niños.