Lectura diaria de la Biblia
14 de Agosto 2009 – Viernes
Mateo 19,3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerle a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?. Él les respondió: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: ”Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos sino una sola carne. Pues lo que Dios a unido que no lo separe el hombre. Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?. Él le contestó: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres: pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer -no hablo de prostitución- y se casa con otra comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse. Pero él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que pueda con esto, que lo haga.