Lectura de la Biblia

Estimados amigos/as:

Abrid los ojos, salid de la rutina, pero no tengáis miedo.

Cristo dice: Yo no he venido para condenar al mundo sino para que el mundo se salve por mi.

Recordad también cuando dijo. El que rechaza mi palabra esa misma palabra lo juzgará el último día.

Jesús hijo unigénito de Dios nos dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.

He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que no se pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.

Esta es la voluntad de mi Padre: Que todo el que ve al Hijo y cree en El tenga vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.

Hch 8, 1b-8; Sal 65, 1-7; Juan 6, 35-40.

Lo mismo que Moisés llevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en El tenga vida eterna.

Hch 4, 32-37; Sal 92, 1-5; Juan 3, 5a-7b-15

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en El, sino que tengan vida eterna. El que cree en El no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del hijo único de Dios.

  Hch 5, 17-28; Sal 33, 2-9; Juan 3, 16-21

El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre el.

Hch 5, 27-33; Sal 33, 2.9.17-20; Juan 3, 31-36

Dice Jesús: os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

Hch 8, 26-40; Sal 65, 8-9.16-17.20; Juan 6, 44-51

Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.

Hch 11, 19-26; Sal 86, 1-7; Juan 10, 22-30

Queridos amigos/as: Después de haber leído esto creo que no habréis quedado indiferentes. Yo particularmente he quedado impresionado y me siento movido a hacer algo a favor del conocimiento de la palabra de Jesús. La lectura de la palabra bíblica aparte de acercarnos a la humanidad de Dios, nos acerca también a la divinidad de Jesús, verdades ambas que dan todo el sentido a las personas que viven entregadas a los demás.

Llevo poco leyendo el Evangelio, pero ha conseguido enamorarme, ha conseguido bajar el ritmo de mi vida, he levantado el pie del acelerador, y disfruto más del paisaje, la naturaleza y la gente se han visto revalorizados ante mis ojos. Ya no me gustaría ver personas entre las que hay muchos extranjeros, me gustaría ver muchos hermanos, muchos Cristos.

Esta reflexión me lleva a crear un minúsculo grupo  para que entre todos podamos llevarte la palabra de Jesús todos los días a tu ordenador. Me explico, que desde tu ordenador puedas conocer un poquito del Evangelio cada día.

Para darnos un poco de fuerza a nosotros mismos, vamos a partir de un nombre y  con un objetivo a empezar a caminar. Deseamos que Dios nos de más fuerza todavía, y sobre todo nos ayude a hacerlo bien para que todos los lectores lo entiendan, y que cometamos el mínimo de errores en la transcripción. Nos limitaremos a transcribir el Evangelio, fracción  o texto según venga. Lo tomaremos del libro:

Evangelio 2008

Año de San Pablo: para mi la vida es Cristo

Autor: José A. Martínez Puche, O.P.

Ciclo A Evangelio de la Eucaristía diaria y oración. Calendario litúrgico. Santoral.

Jornadas eclesiales. Oraciones y vida cristiana.

Nombre del grupo de lectura: BRICALEBICA

Brigada Católica de Lectura Bíblica para el Conocimiento y la Acción

Fundamentos:

  Rebrote de fe

  Apoyo a la Iglesia Católica para que la llama de la fe permanezca viva

  Necesidad urgente de que todo el mundo conozca la palabra de Dios

  En la acción está la fuerza y el poder de cambio. La acción solo es posible en el presente. El auxilio y la ayuda ha de ser presto cuando el prójimo la demande.

5 de mayo 2008 – lunes

                                                      Tened valor: yo he vencido al mundo

Dijeron los discípulos a Jesús: Ahora si que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios. Le contestó Jesús: ¿Ahora creéis? Pues mirad: Está para llegar la hora, mejor ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre.

Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo.

Hch 19, 1-8; Sal 67, 2-7; Juan 16, 29-33

            

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