Lectura diaria de la Biblia
12 de febrero 2009 – Jueves
Marcos 7,24-30
En aquel tiempo, Jesús, fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa procurando pasar desapercibido. Pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo: Deja que coman primero los hijos. No está bien echarle a los perros el pan de los hijos. Pero ella replicó: Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa comen las migajas que tiran los niños. Él le contestó: Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija. Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.