Lectura diaria de la Biblia
31 de enero 2009 – Sábado
Marcos 4,35-40
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: Vamos a la otra orilla. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron diciéndole: Maestro, ¿No te importa que nos hundamos?. Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: ¡Silencio, cállate!. El viento cesó y vino una gran calma: Él les dijo: ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aun no tenéis fe?. Se quedaron espantados y se decían unos a otros: ¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!