Lectura diaria de la Biblia
22 de septiembre 2008 – Lunes
Nada hay oculto que no llegue a descubrirse
Dijo Jesús a la gente: Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. Haber si me escucháis bien: Al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.
Pr 3, 27-34; Sal 14, 2-5 . Lucas 8, 16-18